La regulación de los bioestimulantes en la Unión Europea ha alcanzado una fase clave con la publicación de las normas armonizadas europeas. Estas normas técnicas complementan y dan soporte al Reglamento (UE) 2019/1009, más conocido como FPR (Reglamento de Productos Fertilizantes), que establece el marco legal para estos insumos en el mercado comunitario.

Este desarrollo normativo es el resultado de una solicitud de ejecución de la Comisión Europea al Comité Europeo de Normalización (CEN), siendo el trabajo desarrollado por el grupo técnico específico CEN/TC 455 (Bioestimulante de plantas) y contado con la colaboración activa de entidades de investigación, empresas y asociaciones sectoriales como AEFA.

El impulso a un mercado único y transparente.

La armonización de normas es un paso fundamental para el sector. Su principal ventaja es que facilita el proceso de evaluación de la conformidad a los fabricantes de productos bioestimulantes.

Esto permite una comercialización sólida y homogénea en todo el territorio de la UE, eliminando la necesidad de adaptar los productos o los dosieres técnicos a las regulaciones específicas de cada Estado miembro. A su vez, ofrece beneficios directos a los agricultores, que pueden seleccionar productos bioestimulantes con la seguridad de que cumplen con estándares europeos unificados de calidad y eficacia.

Los objetivos de la Norma son armonizar la seguridad y la eficacia.

Las normas armonizadas establecen métodos de ensayo y criterios técnicos para evaluar aspectos específicos y únicos de los productos bioestimulantes, como la eficiencia en el uso de nutrientes o la mejora de la calidad de los cultivos.

Su objetivo es armonizar y simplificar los procedimientos de evaluación de la conformidad, cubriendo definiciones, justificación de claims (declaraciones de función), toma de muestras y métodos para la detección de contaminantes o microorganismos.

La finalidad última es garantizar la seguridad, eficacia y calidad de los bioestimulantes, facilitando su acceso al mercado europeo y asegurando que los productos cumplen con los efectos declarados en su etiquetado.

Es crucial entender que estas normas no son de obligado cumplimiento. Sin embargo, su aplicación otorga una «presunción de conformidad» con los requisitos del FPR. En la práctica, sirven como una guía técnica robusta y fiable tanto para los fabricantes como para los organismos notificados que deben evaluar los productos.

Normas armonizadas para bioestimulantes.

Este primer conjunto de 33 normas armonizadas para bioestimulantes se organiza en cinco grupos técnicos principales:

  • Grupo 1 – Muestreo: Establece las normas que regulan cómo obtener muestras representativas del producto para garantizar la fiabilidad de los análisis posteriores.
  • Grupo 2 – Claims (Declaraciones): Fija los criterios para verificar científicamente las funciones declaradas del bioestimulante, incluyendo las características que deben cumplir los ensayos de eficacia (como los realizados en campo).
  • Grupo 3 – Microorganismos: Define los requisitos para identificar, cuantificar y asegurar la seguridad de las cepas microbianas utilizadas, así como la determinación y cuantificación de posibles organismos contaminantes.
  • Grupo 4 – Seguridad: Define los parámetros que controlan la presencia de contaminantes químicos y otros aspectos relacionados con la seguridad del producto para el usuario, el consumidor y el medio ambiente.
  • Grupo 5 – Etiquetado: Aporta directrices sobre determinada información presente en el etiquetado comercial del producto, así como la terminología general de las propias especificaciones técnicas.

Publicación del las 33 Normas y su acceso a través de UNE.

Las 33 normas se han puesto a disposición de los diferentes Organismos Nacionales de Normalización (como UNE en España, DIN en Alemania o AFNOR en Francia), que disponen de un plazo de seis meses para publicarlas y ponerlas a disposición de las empresas interesadas para su adquisición.

En España, la Asociación Española de Normalización (UNE), como representante español en el CEN, será la entidad encargada de gestionar esta publicación.

Valoración de AEFA ante la seguridad jurídica y retos de innovación.

Desde AEFA, se valora positivamente la implementación de estas normas, ya que aportan una necesaria seguridad jurídica y transparencia al sector de los agronutrientes. La Asociación considera que esta armonización regulatoria es fundamental para consolidar el papel de los bioestimulantes como herramientas esenciales para la agricultura sostenible, alineada con los objetivos del Pacto Verde Europeo.

Sin embargo, AEFA subraya la importancia de que los procedimientos de evaluación de la conformidad sean ágiles y accesibles para todos los fabricantes. La asociación insiste en la necesidad de evitar trabas burocráticas que puedan ralentizar la innovación y el desarrollo de nuevos productos, un pilar clave para la competitividad del sector.

La asociación también enfatiza la importancia de la colaboración continua entre organismos reguladores, centros de investigación y fabricantes para garantizar la correcta implementación y la futura actualización de estas normas. La cooperación es clave para asegurar que la regulación refleje las necesidades reales del sector y fomente la innovación.

Con este nuevo marco regulador, el sector de los bioestimulantes se encuentra en una posición mejorada para contribuir a la transformación de la agricultura europea. Y como AEFA, reafirma una vez más su compromiso con la investigación y el desarrollo de soluciones innovadoras que permitan a los agricultores mejorar la productividad de manera sostenible.

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