El grupo de las algas verdes, junto con los de pardas y rojas, aportan mediante sus extractos todo un potencial estratégico para el desarrollo de productos bioestimulantes.
Como en los dos grupos ya tratados en otros artículos en esta web (las algas pardas y las algas rojas), las algas verdes se encuentran dentro de las materias activas denominadas bioestimulantes agrícolas de origen no microbiano.
Los extractos obtenidos de este diverso grupo de algas, están demostrando ser también una fuente valiosa de compuestos bioactivos, capaces de intervenir en las respuestas fisiológicas de los cultivos, como pueden ser mejorando su eficiencia nutricional y la tolerancia al estrés abiótico, por ejemplo.
El valor de la división Chlorophyta en la agricultura.
Las algas verdes se clasifican botánicamente dentro de la división Chlorophyta. Este grupo comprende miles de especies, desde organismos unicelulares microscópicos hasta formas pluricelulares macroscópicas, que habitan tanto en ecosistemas marinos como de agua dulce.
Su característica principal, que les da nombre, es la presencia de clorofilas a y b en sus cloroplastos, una composición pigmentaria análoga a la de las plantas superiores.
Esta similitud evolutiva se traduce en una composición bioquímica de gran interés agronómico, ya que sus extractos son ricos en una matriz compleja de compuestos que, entre otros, incluye los polisacáridos. Entre ellos destacan los ulvanos, polisacáridos sulfatados presentes principalmente en algas del género Ulva. Sobre ellos, se ha demostrado que estos compuestos pueden actuar como elicitores, activando las defensas naturales de las plantas.
Siguiendo con su composición, sus aminoácidos y péptidos son precursores de proteínas y componentes esenciales en múltiples rutas metabólicas de la planta, contribuyendo a superar situaciones de estrés. Como también sus compuestos con actividad hormonal, que contienen precursores y moléculas con actividad similar a las fitohormonas vegetales (auxinas, citoquininas, giberelinas), que participan en la regulación del crecimiento y desarrollo de los cultivos.
Respecto a su riqueza en clorofilas, carotenoides y otras moléculas antioxidantes, ayudan a la planta a gestionar el estrés oxidativo provocado por condiciones ambientales adversas.
Algas verdes más relevantes en la formulación de bioestimulantes.
Aunque el catálogo de especies con potencial es extenso, la industria de los agronutrientes está centradon sus esfuerzos de investigación y desarrollo en géneros específicos que garantizan un suministro estable y una composición rica en metabolitos de interés. Entre ellas:
- Ulva sp. (lechuga de mar). Este género de alga marina macroscópica es uno de los más estudiados. Especies como Ulva lactuca son especialmente valoradas por su alto contenido en ulvanos. Estos polisacáridos no solo mejoran la estructura del suelo cuando se aplican, sino que también estimulan la respuesta inmunitaria de la planta, un mecanismo conocido como «efecto priming». Esto prepara al cultivo para responder de forma más rápida y eficaz ante un posible estrés, ya sea biótico o abiótico. Su aplicación se asocia con un mejor desarrollo radicular y una mayor resistencia a la salinidad.
- Chlorella vulgaris. Se trata de una microalga esférica de agua dulce, conocida por su rápido crecimiento y su producción controlada en fotobiorreactores, lo que asegura una materia prima homogénea y libre de contaminantes. Chlorella vulgaris está considerada como una biofábrica de aminoácidos, vitaminas, péptidos y fitohormonas. Los bioestimulantes formulados a partir de sus extractos favorecen procesos metabólicos clave como la fotosíntesis y la asimilación de nitrógeno. El resultado es un efecto vigorizante general sobre el cultivo, que se traduce en un mayor crecimiento vegetativo y una mejor calidad del fruto.
- Scenedesmus sp. Al igual que Chlorella, Scenedesmus es un género de microalga de agua dulce. Se caracteriza por su notable capacidad de adaptación a condiciones ambientales extremas, lo que le induce a sintetizar una gran cantidad de compuestos protectores, como poliaminas y antioxidantes. Los extractos de Scenedesmus son especialmente eficaces para mejorar la tolerancia de los cultivos a estreses abióticos severos, como la sequía, las temperaturas extremas o la alta radiación solar. Su aplicación ayuda a mantener el equilibrio osmótico de las células vegetales y a proteger la maquinaria fotosintética, minimizando las pérdidas de rendimiento.
Las algas verdes como herramienta para la agricultura sostenible.
La incorporación de extractos de algas verdes en los programas de fertilización y bioestimulación agrícola representa una estrategia alineada con las demandas de la agricultura actual.
Estos insumos de origen natural, permiten optimizar el uso de fertilizantes convencionales, reducir el impacto ambiental y mejorar la resiliencia de los cultivos frente a los desafíos del cambio climático.
Así, las algas verdes de la división Chlorophyta, constituyen un recurso biotecnológico de interés para la industria de los agronutrientes. Un interés que la investigación continúa avanzando sobre nuevas especies y métodos de extracción para ampliar aún más el catálogo de aplicaciones en un futuro inmediato.
Imagen de Ulva lactuca propiedad de wikipedia.