En el reciente informe anual sobre Producción y Consumo de Ecológicos 2025 presentado en el salón de actos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) en Madrid por Ecovalia, la Asociación Profesional Española de la Producción Ecológica, ofrece una radiografía detallada de la situación del sector tanto a nivel europeo como nacional. Entre otros muchos datos, en él, destaca que España, con su extensa superficie y tejido empresarial, es el actor principal en la producción de este tipo de productos, si bien, el consumo interno todavía presenta un margen de crecimiento significativo.
La producción ecológica, regulada en la Unión Europea, no solo ofrece alimentos saludables, sino que también contribuye activamente a la mitigación del cambio climático, la preservación de la biodiversidad y el bienestar animal. Por ello, el sector ecológico que se posiciona como un pilar fundamental en la transición hacia sistemas agroalimentarios más sostenibles, resilientes y justos.
La producción ecológica a nivel mundial.
La producción ecológica es más que una alternativa; es una necesidad y una solución en el contexto actual de crisis climática, pérdida de biodiversidad y contaminación. Este sistema productivo, como hemos avanzado, es el único regulado oficialmente en la UE que mitiga el cambio climático, garantiza alimentos de calidad, respetando el entorno y fomentando la biodiversidad.
A nivel mundial, la superficie dedicada a la producción ecológica roza los 99 millones de hectáreas, demostrando un crecimiento sostenido que ha alcanzado el 129 % en la última década. Oceanía lidera en extensión con más de 53 millones de hectáreas, principalmente pastos, seguida por Europa, con 19,5 millones de hectáreas, destacando por su mayor proporción de cultivos perennes y anuales.
España lidera la producción ecológica en un contexto global.
En este escenario, España se consolida como el país con mayor superficie ecológica de Europa, superando los 3 millones de hectáreas en total (casi 3 millones de ha de Superficie Agraria Útil – SAU). Esto representa el 13 % de la SAU nacional y cerca del 17 % de la superficie ecológica europea.
Este liderazgo se refleja en un crecimiento constante, a pesar de los desafíos climáticos. El 75 % de esta superficie se concentra en Andalucía (que posee la mitad del total nacional), Castilla-La Mancha y Cataluña.
En su conjunto, aproximadamente el 10 % de toda la superficie cultivada en España es ecológica, siendo los frutos secos (con el 30 % de la superficie ecológica total), el olivar y los cereales quienes lideran en extensión. Destaca también el viñedo, siendo el español, el mayor viñedo ecológico del mundo.
En cuanto a la ganadería ecológica, también muestra un fuerte dinamismo, con un crecimiento conjunto del 18 % en 2023 y más de 11.000 explotaciones. De ella, la ganadería bovina es la que más ha crecido, favorecida por su fácil adaptación al sistema extensivo.
Respecto al tejido empresarial en ecológico, cuenta con más de 68.400 actividades registradas, dominadas por los productores primarios (84 %), teniendo en cuenta que el sector industrial supone un 9%. Un dato muy relevante es el espectacular crecimiento de las actividades de exportación, que aumentaron un 105 % en 2023.
Desde un análisis geográfico, la Región de Murcia representa la mayor densidad empresarial del país, estando la producción primaria más concentrada en el sur, mientras que la transformación y comercialización lo hace en el Levante.
Tendencias en el consumo de productos ecológicos a nivel mundial.
El consumo de productos ecológicos está intrínsecamente ligado a una mayor conciencia sobre la salud personal y planetaria. En esta línea, los consumidores, especialmente las generaciones más jóvenes como la Z, buscan alinear sus compras con valores éticos. Esta generación, también conocida como centennials, se refiere a la cohorte demográfica de personas nacidas entre mediados y finales de la década de 1990 y principios de la década de 2010, caracterizada por ser la primera generación completamente digital.
El mercado mundial de productos ecológicos superó los 136.000 millones de euros, con Norteamérica con casi 64.000 millones y Europa con cerca de 55.000 millones como principales mercados. Estados Unidos lidera el consumo absoluto, pero en gasto per cápita, países como Suiza con 468 €/año y Dinamarca con 362 €/año marcan la pauta.
El consumo de ecológico en España.
España, a pesar de ser líder en producción, ocupa la novena posición en consumo mundial. En 2024, el gasto total en productos ecológicos superó los 3.143 millones de euros, y el gasto medio por persona se situó en 66 € anuales, un 2,8 % más que el año anterior. Este gasto representa un 3,2 % del total de la cesta de la compra, existiendo diferencias notables entre comunidades, con el País Vasco a la cabeza con 99 €.
Hay que destacar que el reconocimiento del logotipo europeo «Eurohoja», el distintivo obligatorio que certifica que un producto es ecológico según la normativa de la Unión Europea, está aumentando, pero el greenwashing sigue generando confusión. Al margen de ello, los consumidores eligen productos ecológicos principalmente por considerarlos más saludables, naturales y de mejor sabor.
En cuanto al precio de los productos ecológicos, percibido como más alto, es un freno para un consumo más frecuente. En esta línea, la composición de la cesta ecológica española es equilibrada, con un 44 % vegetal y un 50 % animal en valor; y refleja la dieta mediterránea.
En estas cifras, las frutas y hortalizas dominan en volumen, mientras la carne lo hace en valor, y respecto a los precios ecológicos, muestran mayor estabilidad con subida del 2,8 % vs 3,2 % no eco en 2024. Sobre los principales canales de compra, son las grandes superficies y supermercados, seguidos de la tienda tradicional.
La fortaleza de España en producción y consumo de ecológicos.
En síntesis, los datos ofrecidos por Ecovalia durante la presentación de su informe anual sobre Producción y Consumo de Ecológicos 2025, confirma que el sector ecológico en España posee una notable fortaleza productiva, liderando Europa en superficie y mostrando un tejido empresarial dinámico y en expansión, especialmente en exportación.
También es cierto que el consumo interno, aunque creciente, aún tiene un amplio recorrido para equipararse a la capacidad productora del país. Sin embargo, la resiliencia del sector, su contribución a la sostenibilidad y la creciente conciencia del consumidor, son factores clave para su futuro.
En este contexto, superar retos como el fomento del consumo nacional, especialmente en canales como la restauración colectiva, y mejorar la claridad de la información al consumidor, serán esenciales para consolidar el desarrollo integral del sector ecológico en España.