¿Qué es el cobre en la agricultura?

El cobre tiene como símbolo Cu y es el elemento químico con número atómico 29.

Este, pertenece al grupo de los microelementos u oligoelementos por ser necesario para las plantas en pequeñas cantidades, aunque esenciales para su correcto crecimiento. A este grupo, al de los oligoelementos, también pertenecen otros elementos como el hierro (Fe), manganeso (Mn), zinc (Zn), boro (B), molibdeno (Mo), níquel (Ni) y cloro (Cl).

El cobre en el terreno.

El cobre se encuentra en la corteza terrestre en una concentración de entre 55 a 70 ppm de promedio. Pero su presencia no es homogénea. Así, puede encontrarse entre 10 a 100 ppm en las rocas ígneas, mientras que en las rocas sedimentarias su contenido es menor: entre 4 a 45 ppm.

En terrenos de cultivo, se considera que su presencia es deficiente cuando la totalidad de cobre es inferior a 0.5 ppm. Por lo tanto, cuando se dan estas circunstancias, hay que prever su aporte mediante fertilizantes ricos en este elemento.

El cobre en la planta.

Como fertilizante, el cobre es absorbido bajo la forma iónica de Cu2+ o quelatada, por vía radicular y foliar.

Una vez en ella, lo almacena como sales y se comporta bastante inmóvil. Su contenido promedio dentro de esta puede ir de 1 a 25 ppm. Por otra parte, no todas las especies vegetales mantienen el mismo nivel de demanda.

Entre sus funciones dentro de la planta, la principal es la de participar como coenzima en varios sistemas enzimáticos, involucrados en la formación y conversión de aminoácidos.

Es un componente activo de los cloroplastos y participa con igual importancia en la síntesis de clorofila, proteínas y polifenoloxidasas.

Desde un punto de la calidad organoléptica de los frutos, al cobre se le atribuye un papel significativo en el desarrollo de color y sabor. Previamente, también juega un papel importante en la formación de polen viable, la formación de semillas y la resistencia al estrés.

Síntomas de carencias de cobre.

Aunque existen notables diferencias entre los síntomas de carencias de cobre mostrados según de qué especie agrícola se trate. Por lo general, se manifiesta con el marchitamiento y la desecación de las hojas más jóvenes. Estas tienden a doblarse hacia abajo y obtienen un brillo azul pálido.

Sus síntomas son menos fuertes en sus tallos y ramas, aunque suele producir necrosis en sus ramas más jóvenes.

También es cierto que el cobre, como oligoelemento, no está sometido a grandes extracciones por parte de la planta. Aun así, se pueden dar deficiencias de este elemento en el terreno a causa del lavado en suelos muy arenosos o por el exceso de cal que impide su asimilación.

Recalcar que estos síntomas deben ser determinados mediante análisis, para no confundirlos con el que producen de forma similar otros elementos.

Para la corrección de su carencia, los quelatos más utilizados son el EDTA-Cu, muy efectivo en suelos calizos, y el EDTAH-Cu. La mayoría de empresas Asociadas en AEFA, formulan productos para la corrección de deficiencias de cobre.

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