¿Qué es el yeso agrícola?
El yeso o aljez es un mineral compuesto por sulfato de calcio hidratado y a la vez una roca sedimentaria de origen químico, muy común en la corteza terrestre.
Su nombre se deriva del griego antiguo gypsos. El sistema de cristalización es monoclínico y su hábito granular-compacto. Se presenta en masas y también en cristales grandes con maclas en punta de flecha o punta de lanza.
El yeso es habitual en rocas sedimentarias donde se depositan sales marinas y en suelos formados por la evaporación y posterior hidratación de anhidrita. Asimismo, se produce por la acción de gases volcánicos sulfurosos sobre las rocas que le rodean. De tal manera, que puede hallarse en cualquier lugar en el que existan estas condiciones.
El yeso es conductor del calor y la electricidad, por eso, ha sido ampliamente empleado en las construcciones -en interiores- como aislante térmico.
Con este mineral se elaboran tizas para la escritura, moldes para la reproducción de esculturas y otros moldes de dentaduras utilizados con fines terapéuticos y quirúrgicos en odontología, por ejemplo.
El yeso o aljez.
El yeso agrícola o sulfato cálcico está compuesto principalmente por sulfato de calcio. Como fuente de calcio y azufre, mejora el ambiente radicular y mantiene el pH del suelo en condiciones de óptima fertilidad, contribuyendo a que las raíces crezcan más fuertes y a mayores profundidades, mejorando el rendimiento productivo del cultivo.
Con ello se consigue aprovechar mejor el agua disponible en las capas inferiores del suelo y favorecer el rendimiento productivo del cultivo.
Al ser 100% de origen natural, el yeso agrícola puede estar sujeto a ligeras variaciones a causa de la naturaleza del yacimiento o frente de extracción.
El producto es estable a largo plazo, por ello, puede almacenarse durante tiempo ilimitado manteniendo todas sus propiedades y cumple con el RD 824/2005 sobre productos fertilizantes y enmiendas agrícolas.
El yeso agrícola no modifica el pH del suelo, debido a su carácter neutro, por lo que se mantiene en condiciones de óptima fertilidad. Además, favorece una mayor eficiencia de los demás nutrientes empleados en el cultivo.
Igualmente, permite conseguir una fertilidad inmediata en suelos muy arenosos, degradados o con poca mineralización, como es el caso de la siembra directa. Igualmente, al no haber sufrido contaminación en procesos sintéticos, es posible mezclarlo con otros fertilizantes. El yeso agrícola no es tóxico en las dosis recomendadas.