La revista Tierras agricultura, en su número 301 publica la entrevista realizada por Alejandro de Vega a Victorino Martínez, asesor de AEFA, en torno a los cambios estratégicos en la fertilización de los cultivos. A continuación, la reproducimos de forma íntegra.

«Pasaremos de la nutrición mineral convencional a la biológica que será la más utilizada por el agricultor en el futuro»

La fertilización de cultivos en la actividad agraria está experimentando un intenso proceso de transformación. Las políticas europeas, las nuevas exigencias medioambientales y la necesidad de alcanzar una mayor eficiencia en su aplicación, entre otros factores, están acelerando toda una serie de cambios que van desde la mejora en la gestión del suelo hasta el uso de herramientas digitales y la irrupción de biofertilizantes y bioestimulantes como alternativa de futuro frente a la fertilización convencional.

Victorino Martínez

Para analizar todos estos aspectos hablamos con uno de los mayores expertos de este sector en España y que forma parte de la Asociación Española de Fabricantes de Agronutrientes (AEFA).

Dada su amplia experiencia dentro del sector primario, ¿cómo ve la actividad agrícola en estos momentos y cuáles diría que son los mayores retos a los que se enfrenta?

Podríamos comenzar hablando de la agricultura global, donde países como China o India, además de los grandes fondos de inversión, están acaparando tierras en países de África que poseen grandes extensiones de tierra virgen en los deltas de los ríos con abundancia de agua dulce. Esto obedece, sin lugar a dudas, a una visión futura de producción de alimentos para la gran demanda que exigirá el aumento de población.

Si hablamos de la vieja Europa, la agricultura estará cada vez más mediatizada por las políticas medioambientales y verdes, donde el agricultor estará limitado en la utilización de inputs para producir ya que prácticamente se reduce o prohíbe todo: la fertilización mineral tradicional, el consumo de agua, la rotación de cultivos, la protección ambiental, etc. Esto provocará el abandono de tierras y por consiguiente la Europa vaciada de agricultores.

Ya en España y debido a las limitaciones de agua, el avance del desierto a climas más cálidos y secos y la implementación de todas las medidas europeístas darán lugar al abandono de la agricultura extensiva, reduciéndose también la intensiva en las zonas de la costa mediterránea que tendrá que competir con precios y la utilización de inputs con países del entorno africano y las importaciones de Sudamérica. Si a esto le sumamos el alto índice de agricultores mayores de 50 años y el escaso interés de los jóvenes por la agricultura, nos queda un futuro bastante desolador. Ojalá me equivoque, pero el escenario que pinto es bastante gris.

¿Qué cambios significativos se prevén a corto plazo en la legislación que afecta a los productos fertilizantes?

En Europa, por fin, ya tenemos publicado el Reglamento 1009/2019 que regula y legisla los productos fertilizantes, clasificándolos en distintas categorías según su composición y que va a permitir a las empresas investigadoras y productoras registrar y comercializar sus productos bajo este marco legal.

Las políticas futuras y ya presentes se dirigen a la limitación de aplicaciones de productos de origen mineral, ya que por una parte son finitos y por otra son más contaminantes y peligrosos para el medioambiente. En complementariedad y sustitución en algunos casos, se utilizarán productos de origen vegetal y de microorganismos que incrementarán las producciones como elementos nutricionales.

En definitiva, pasaremos de la nutrición mineral convencional a la biológica que será la que el agricultor más utilice en el futuro debido a los grandes avances en investigación que se están produciendo en este campo.

¿Ha mejorado la precisión y la eficiencia con la que se aplican los fertilizantes a los cultivos o, en general, se sigue abonando en exceso?

Todavía en la agricultura extensiva quizá se siga abusando de la fertilización convencional mediante la aplicación de macronutrientes, aunque los agricultores provistos de una buena maquinaria de abonadoras y tractores de precisión, adaptan perfectamente las dosis a las necesidades de los cultivos. Sin embargo, en las explotaciones de cultivos de regadío como pueden ser los viñedos, frutales, pistacho, almendro, etc. que cada vez están más implantados, se aplican los abonados mediante el riego por goteo y esto simplifica la tarea de dosificación y al mismo tiempo bajan los niveles de contaminación de escorrentías o suelos en general.

Como he comentado antes, la fertilización del futuro será la biológica que, en parte, será un complemento de los abonados tradicionales pero que poco a poco se irá abriendo paso debido a que la investigación es imparable y se descubren nuevos productos y métodos para convivir con los microorganismos naturales que existen en nuestros suelos.

¿Cómo ha evolucionado la fertirrigación en España y qué aporta esta técnica a la rentabilidad de las explotaciones?

En nuestro país, desde hace muchos años y debido a la escasez de agua dulce, especialmente en las zonas mediterráneas, se ingeniaron los mejores sistemas de regadío para la reducción del consumo de este bien preciado.

Algunas tecnologías vinieron de Israel -donde también convirtieron un desierto en un vergel- y otras se han desarrollado a nivel nacional.

El llamado riego por goteo fue clave para la aplicación de nutrientes a través del agua de riego y aquí se ha avanzado a gran escala para la producción de biofertilizantes y bioestimulantes con nuevas formulaciones que permiten utilizar esta técnica, donde por una parte se ahorra consumo de agua y por otra se eliminan labores adicionales de abonado.

Cultivos herbáceos

Respecto a las zonas vulnerables a la contaminación por nitratos, ¿cree que se están poniendo los medios necesarios y la legislación adecuada para solventar este problema?

Desde hace varios años, la legislación limita el uso de nitratos en todas las zonas geográficamente definidas como vulnerables, exigiendo que todas las aportaciones de este mineral se describan en los llamados cuadernos de campo, pudiendo el agricultor incurrir en severas sanciones por parte de la Administración.

Por tanto, sí se están poniendo los medios necesarios para su uso. Además, el agricultor es más consciente de su utilización, la rotación de cultivos, el aprovechamiento de las aguas a través de sistemas de riego más eficientes y el incremento de los precios de los fertilizantes nitrogenados hace que el uso sea más racional y se hayan abandonado las prácticas abusivas de aplicación de nitrógeno en nuestros campos de cultivo.

¿En qué medida los fertilizantes de ahora son capaces de ser más sostenibles medioambientalmente sin perder su eficacia en el aporte de los nutrientes necesarios para las plantas?

Mencionábamos anteriormente que estamos iniciando la era de la fertilización biológica, es ya una realidad. Disponemos actualmente de productos fertilizantes a base de microorganismos que son capaces de interactuar con otros existentes en los suelos, de forma natural y que aportan elementos nutricionales para el desarrollo de las plantas cultivadas.

Estos productos, dado su origen natural, son más amables con la naturaleza y el entorno, son más respetuosos con el suelo, el aire, la calidad de los cultivos y, sin duda, serán la clave para una nutrición elemental de los cultivos.

Desde hace años, la aportación de productos bioestimulantes a base de ácidos húmicos y fúlvicos, algas, aminoácidos, microelementos, etc. se está haciendo con éxito por parte del agricultor, no solo en momentos de estrés de los cultivos por consecuencias abióticas, si no como complemento a las aportaciones de macronutrientes, reduciendo el consumo de éstos y mejorando la calidad de las cosechas.

¿Cuál es la diferencia entre los bioestimulantes y los biofertilizantes? En ambos casos, ¿son una opción con mayor recorrido en la agricultura intensiva que en los cultivos continentales?

En primer lugar, me gustaría distinguir entre bioestimulantes y biofertilizantes.

Los bioestimulantes están en el mercado desde hace bastantes años, yo diría que desde la primera revolución en la aplicación de fitosanitarios y fertilizantes, allá por los años 60-70 cuando se descubrieron las ventajas que producían los productos formulados a base de Leonardita, por ejemplo, y la mejora que producía en los suelos y por supuesto en los cultivos.

Después vinieron las aportaciones de aminoácidos, aplicados tanto en suelo como en la parte aérea provocando, por ejemplo, en el cultivo como el olivar la disminución o amortiguación de la vecería consiguiendo producciones de aceituna más uniformes y rentables para el agricultor. Por tanto, no podemos considerar que la utilización de bioestimulantes sea algo nuevo, pero sí podemos destacar que este tipo de productos se han mejorado con la I+D+i y las innovaciones en las formulaciones y serán la base del futuro nutricional.

En cuanto a los biofertilizantes, podemos considerarlos como productos de última generación. Su investigación está basada en microorganismos que interactúan con suelo y planta produciendo una nutrición natural, biológica, sostenible y respetando el medioambiente.

Y a todo esto debemos indicar los objetivos marcados por la nueva PAC y las políticas europeas que pretenden reducir al 50% el uso de fitosanitarios, reducir las pérdidas de nutrientes al menos un 50% sin alterar la fertilidad del suelo y la limitación de fertilizantes convencionales al menos en un 20% para el año 2030. Todos estos factores, sin duda, beneficiarán el aumento de bioestimulantes y biofertilizantes como alternativa real y necesaria.

Al igual que la edición genética en las semillas augura una auténtica revolución en este sector, ¿en la industria de fertilizantes se prevé un gran avance tecnológico en el medio plazo? En todo caso, ¿en qué objetivos principales se centraría la I+D del sector actualmente?

La industria de fertilizantes está inmersa en la investigación de productos de futuro que aportarán todo lo que los distintos cultivos necesitan, desde la implantación de la semilla, la nascencia, desarrollo radicular y aéreo de la planta y por último la fructificación y maduración de los frutos y cosechas. Podemos decir que ya existen en el catálogo de nuestras más de 50 empresas de AEFA ‘trajes a medida’ para cada estado de desarrollo de la planta, aportando y cubriendo las necesidades que tiene en cada momento.

El desarrollo de este tipo de productos es de una alta tecnología y con un futuro esperanzador. No conozco ninguna tecnología que se haya investigado para pararse, todas se han desarrollado, mejorado y se han puesto al servicio del agricultor que, a su vez, es quien mejora estas técnicas mediante su uso y observación en campo. Por tanto, le doy mucho mérito al agricultor por su aportación a la ciencia desde la observación y comportamiento de estos productos en sus cultivos y sus campos.

¿De qué forma puede impactar en la industria un aumento sustancial de la superficie de cultivo bajo criterios de agricultura ecológica en los próximos años?

La agricultura ecológica está en verdadero auge. Por aportar un dato clave: el valor de los alimentos ecológicos en el mundo supera los 106.000 millones de euros y de éstos, 46.000 en el mercado de Europa.

La nueva política de la PAC de apoyo a la sostenibilidad, contempla alcanzar un 25% de la superficie agraria útil de producción ecológica no solo en Europa, también en el resto del mundo y especialmente en España, donde tenemos la mayor superficie de cultivos de Europa y la tercera a nivel mundial con 2,35 millones de hectáreas, alcanzando la cifra de 2.300 millones de euros de facturación y proporcionando empleo a 93.000 personas.

Si además tenemos en cuenta que la mayor superficie de cultivo ecológico en España son plataneras y subtropicales, frutales, cítricos y hortícolas, demuestra el incremento del consumo de este tipo de alimentos y la mayor demanda por parte de la población en los próximos años.

Cultivos herbáceos

Se cumplen 25 años desde la constitución de AEFA. ¿Qué logros se han conseguido en este periodo de tiempo y qué papel tendrá la asociación en el futuro de la nutrición vegetal en España?

La Asociación Española de Fabricantes de Agronutrientes nace fruto de la necesidad de agrupación de las empresas para comunicar de forma conjunta a la sociedad, a la Administración y a los agricultores de todos los beneficios que aporta la nutrición. Al mismo tiempo también para defender los intereses de los fabricantes y contribuir eficazmente al desarrollo y expansión del sector de la agronutrición.

Actualmente AEFA está compuesta por más de 50 empresas, nacionales y multinacionales que operan en España. Nuestras empresas nacionales han sido pioneras en la exportación de sus productos a nivel mundial, especialmente en Sudamérica y norte de África, pero con una vocación clara de crecimiento a nivel global.

El futuro es prometedor: primero por la gran inversión que se está llevando a cabo por todas nuestras empresas en I+D+i, pioneros en el descubrimiento de nuevos microorganismos y nutrientes de última generación que serán muy bien recibidos por los agricultores y técnicos cada vez más concienciados en la utilización de esta nueva tecnología. Y, por último, que la base de mercado a nivel mundial creada en estos 25 años seguirá creciendo y nuestras empresas serán líderes en todos los mercados y cultivos. Así lo esperamos y seguiremos trabajando desde la Asociación para aportar los inputs en la producción de cultivos sanos, saludables y suficientes.

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