Para hablar del humato potásico entrevistamos a Claudia Bono Mestre que estudió en la ETSIA de la UPV y actualmente se encuentra trabajando en Even Agro S.L., empresa que forma parte de AEFA y que se dedica a la fabricación y venta de fertilizantes y bioestimulantes, tanto a nivel nacional como internacional.

Claudia Bono Mestre

Claudia, ¿Qué es el humato potásico?

El humato potásico es un producto que se presenta en forma de polvo 100% soluble en agua, muy concentrado y que aporta materia orgánica y potasio, por lo que no solo mejora los suelos a nivel físico, químico y biológico, sino que también proporciona uno de los tres elementos primarios que toda planta necesita. Está recomendado para su disolución en el agua de preparación de caldos de fertilización y utilizarlo como los tradicionales ácidos húmicos líquidos, para aplicar al suelo a través del sistema de fertirrigación.

Con la utilización de humato potásico estamos aportando un elevado porcentaje de ácidos húmicos, y también una pequeña proporción de ácidos fúlvicos.

¿Cuál es el proceso de fabricación?

Para la fabricación del humato potásico, partimos de la leonardita mineral, ya que tras el tratamiento adecuado, se obtienen extractos húmicos de mayor calidad y más aprovechables agronómicamente. La leonardita es una sustancia humificada (material vegetal que se encuentra en proceso descomposición desde la antigüedad) de gran contenido en materia orgánica y que se encuentra en un punto intermedio en la transformación entre la turba y el lignito hacia su conversión total en carbón. El proceso de fabricación o extracción es complejo y se requieren utilizar las materias necesarias en su justa medida para obtener una extracción óptima, la cual se realiza con hidróxido potásico (para que el resultado final sea el óptimo), dando como resultado el producto en estado líquido que llevamos posteriormente a sequedad. El producto obtenido se comercializa entonces en sacos o bolsas de menor capacidad.

Humato potásico

¿Qué diferencia hay entre aplicar los ácidos húmicos sólidos a aplicar las formulaciones líquidas?

La concentración en ácidos húmicos de los productos sólidos es mucho mayor que en los líquidos. Así, con una pequeña dosis de producto, se obtiene un importante efecto para el cultivo. En cambio, con los productos líquidos, las dosis tienen que ser mucho mayores.

Al tratarse de productos en polvo muy concentrados, solo se estaría transportando la materia que va a tener un efecto positivo en los suelos, evitando mover agua. Este agua ya lo emplearía el agricultor para hacer la mezcla y diluir el producto directamente en campo, antes de su aplicación a través del sistema de riego. Como alternativa, se podrían utilizar los ácidos húmicos líquidos, siendo en este caso los contenedores de 1000 l o las garrafas de 20 l los tipos de envase más comunes, puesto que las dosis por hectárea a emplear con el agua de riego suele ser de 40-50 l/ha, repartida en varias aplicaciones.

Aunque el producto también podría aplicarse foliarmente o directamente en el suelo, se recomienda la aplicación diluida con el agua de riego, ya que es en el suelo donde va a tener un mayor efecto. En esta técnica, el producto se disuelve en el agua que se utilizará posteriormente en el riego, aprovechando el flujo del agua como portador del producto. Esta modalidad supone un ahorro de agua, de energía y de contaminación ambiental.

¿Cuál sería su actividad agronómica?

Mejora el suelo a nivel físico, químico y biológico, con lo que consigue una estructura mejorada, mejora la capacidad de intercambio catiónico y favorece a los microorganismos del suelo. Como consecuencia, no solo mejora la asimilación de nutriente, el crecimiento y el desarrollo del cultivo, sino que también se obtiene una mejor calidad de los cultivos.

Al aplicar el producto, estamos aportando uno de los materiales bioquímicamente más activos que se pueden encontrar en los suelos. Actualmente, existe un reconocido y creciente uso debido a su impacto beneficioso en el crecimiento de todos los cultivos, siendo especialmente notable en los suelos pobres en materia orgánica.

Los beneficios serían:

  • Adición de materia orgánica a suelos deficientes y aumento de la fertilidad de ese suelo.
  • Aumento de la vitalidad y desarrollo de las raíces.
  • Aumento de la capacidad de intercambio catiónico y mejora de la absorción de nutrientes.
  • Aumento de la síntesis de clorofila.
  • Mejora de la germinación de las semillas.
  • Estimulación de la actividad microbiana beneficiosa.
  • Mejora la estructura del suelo y la capacidad de retención de agua.
  • Actúa como un quelante natural para los microelementos en suelos alcalinos y aumenta su disponibilidad para las plantas.

El crecimiento de la planta se ve mejorado a través de la mejora estructural del suelo, tanto en suelos arcillosos, como en arenosos, mejorando el desarrollo y crecimiento radicular. Cuando este producto se aplica a suelos arcillosos, puede ayudar a romper los suelos compactados, permitiendo así incrementar la penetración del agua y mejorar la zona de crecimiento y desarrollo de las raíces Cuando se aplica a suelos arenosos, añade la materia orgánica esencial, necesaria para la retención de agua y permitiendo así mejorar el crecimiento de las raíces e incrementando la habilidad de los suelos arcillosos para retener y evitar el lavado de los nutrientes vitales para las plantas.

El crecimiento de la planta también se ve favorecido, debido a la mejora de la habilidad de la planta para absorber los nutrientes. Es especialmente beneficioso para la liberación de los nutrientes retenidos en el suelo, de manera que los hace disponibles para la planta a medida que ésta los va necesitando.

Las actividades de los microorganismos beneficiosos del suelo son cruciales para la sostenibilidad de un suelo y para el crecimiento de la planta. Los ácidos húmicos estimulan la actividad microbiana, ya que constituyen una fuente de carbono para su alimentación, favoreciendo así su crecimiento y actividad. Los microorganismos del suelo son responsables de la solubilización de los nutrientes vitales, como el fósforo, haciéndolos así disponibles para la planta. Además, los microorganismos son responsables para la formación continua de humos en el suelo, ya que rompen la materia orgánica que no está completamente descompuesta.

El uso del producto de manera regular reduce las necesidades de fertilización, debido a que el suelo y la planta van a hacer un mejor uso de los nutrientes. En algunos casos, la fertilización puede ser completamente eliminada si hay presente en el suelo suficiente materia orgánica, de manera que el suelo puede convertirse en autosuficiente a través de los procesos microbianos y de la producción de humus.

Al final, lo que más interesa a los agricultores es que las plantas están más saludables, con un crecimiento estimulado y se obtiene una mayor productividad, rentabilidad y calidad de la cosecha.

Fruto de calabacín

¿Serviría para mejorar la fertilidad natural del suelo?

Esta sería una pregunta fundamental, de la que parte esta entrevista. Y la respuesta es que, por supuesto. Es más, tiene actividad a distintos niveles:
Físico:

  • Incrementa la capacidad de retención de agua.
  • Incrementa la aireación de los suelos.
  • Mejora las labores en el suelo.
  • Ayuda a resistir la sequía.
  • Mejora la germinación.
  • Hace que el suelo sea más friable o rompible.
  • Reduce la erosión del suelo.

Químico:

  • Quelata nutrientes para mejorar su absorción por parte de las plantas.
  • Posee una capacidad de intercambio catiónico elevada.
  • Aumenta la capacidad tamponante de los suelos.
  • Incrementa el porcentaje de nitrógeno total en los suelos.

Biológico:

  • Acelera la división celular de la planta y promueve el crecimiento.
  • Aumenta la germinación de las semillas y su viabilidad.
  • Incrementa la formación y respiración de las raíces.
  • Estimula el crecimiento y la proliferación de los microorganismos del suelo.
  • Ayuda a la fotosíntesis.

¿Cómo encajaríamos al humato potásico dentro de la reglamentación vigente?

A nivel nacional, según el Real Decreto 999/2017 de 24 de noviembre por el que se modifica el Real Decreto 506/2013 de 28 de junio sobre productos fertilizantes, estaría clasificado dentro del grupo 4 de otros abonos y productos especiales, ya que los ácidos húmicos se encuentran recogidos en el punto 3. Según este mismo apartado, son un producto obtenido por tratamiento o procesado de lignito, leonardita, turba o alguna de las enmiendas orgánicas del grupo 6, que contiene fundamentalmente ácidos húmicos. Deben tener como mínimo un 7% de ácidos húmicos y un extracto húmico total (ácidos húmicos + ácidos fúlvicos) del 15%.

A nivel europeo, debemos fijarnos en el REGLAMENTO (UE) 2019/1009 DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 5 de junio de 2019 por el que se establecen disposiciones relativas a la puesta a disposición en el mercado de los productos fertilizantes UE y se modifican los Reglamentos (CE) n. o 1069/2009 y (CE) n. o 1107/2009 y se deroga el Reglamento (CE) n. o 2003/2003. Según este, quedaría encuadrado como bioestimulante, que no son más que productos que estimulan los procesos de nutrición de las plantas independientemente del contenido de nutrientes del producto, con el único objetivo de mejorar una o varias de las siguientes características de la planta o su rizosfera:
a) eficiencia en el uso de nutrientes
b) tolerancia al estrés abiótico
c) características de calidad
d) disponibilidad de nutrientes inmovilizados en el suelo o la rizosfera.

Quedaría dentro del grupo 6 de bioestimulantes de plantas, especifícamente como bioestimulante no microbiano.

¿Bajo qué otra legislación se ve directamente afectado este producto?

Este producto se encuentra registrado en REACH como humato potásico (humic acids, potassium salts) con nº CE: 271-030-1 y nº CAS: 68514-28-3. En el caso de Even Agro, concretamente, contamos con el nº REACH: 01-2119484861-29-0014. Por tanto, respetamos los estándares de calidad y seguridad requeridos por la ECHA (European Chemical Agency).

¿Puede ser empleado en agricultura ecológica?

Se trata de un producto utilizable en Agricultura Ecológica conforme al Reglamento (CE) Nº 834/2007 del Consejo, de 28 de junio de 2007, sobre producción y etiquetado de los productos ecológicos, posteriores modificaciones y ampliaciones. Las empresas certificadoras lo tienen aceptado debido a sus características como extracto húmico sólido.

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