Un refuerzo a nivel nutritivo y sanitario para las plantas.

Claudia Bono MestreClaudia Bono Mestre, es Ingeniera Agrónoma y está al frente del Departamento Técnico y de Exportación de la empresa Even Agro, fundada en el año 1999 y dedicada al desarrollo, producción y venta de agronutrientes. Even Agro forma parte de la Asociación Española de Fabricantes de Agronutrientes (AEFA).

Claudia Bono, nos habla del gluconato de cobre, un producto con propiedades especiales para las plantas. La utilización adecuada del gluconato de cobre tiene como consecuencia cultivos reforzados a nivel nutritivo y sanitario, por lo que se consiguen mejores cosechas. Como consecuencia, se ve favorecida la sostenibilidad en la utilización de agroproductos, ya que se vería disminuida la utilización de productos fitosanitarios.

¿Qué es el gluconato de cobre?

Es la sal de cobre del ácido glucónico. Así, el gluconato de cobre o gluconato cúprico es la sal cúprica que se forma por la combinación del cobre con ácido glucónico y tiene la fórmula química C12H22CuO14.

Fórmula química de gluconato de cobre

El cobre es un micronutriente esencial y, al ir complejado por el ácido glucónico, éste impide que precipite en forma de sal insoluble y facilita su absorción por parte de la planta.

Entre los agentes complejantes sintéticos y biodegradables que no dejan residuos en el suelo, encontramos los ácidos glucónico y heptaglucónico. El primero, es un agente complejante que presenta una buena afinidad por los iones y el segundo es similar al ácido glucónico, pero presenta más puntos de anclaje, por lo que tendría la capacidad de complejar varios elementos y presenta gran afinidad por los nutrientes a pH básicos, por lo que es un agente muy recomendable en terrenos calizos, en contraste del citrato y los EDTA y EDDHA que son menos efectivos a pH altos.

Fórmula química del Ácido glucónico

Fórmula química del Ácido heptaglucónico

No son fitotóxicos y pueden ser utilizados en altas concentraciones, tanto por vía foliar como radicular, siendo frecuente su utilización como agentes complejantes efectivos para iones metálicos con el objetivo de aplicar microelementos por vía foliar.

¿Cuáles son sus usos?

El gluconato de cobre se utiliza como forma de aportar cobre por su buena asimilación, ya que el cobre (Cu) junto al gluconato forma un complejo fácil de absorber.

Puede ser aplicado en forma preventiva para evitar los problemas fisiológicos asociados a la carencia de cobre o de manera curativa para corregir una deficiencia evidente y ya sintomática.

Por otra parte, preserva la planta de anomalías derivadas de adversidades abióticas, ya que se favorece la síntesis de fitoalexinas, por lo que mejora el sistema de autodefensa de la planta.

Tras la utilización de fertilizantes a base de gluconato de cobre, los cultivos estarán mejor nutridos y tendrán una mayor salud, creciendo con más vigor y obteniéndose así mayores rendimientos.

Gluconato de cobre

¿Por qué es necesario el cobre para las plantas?

El cobre es un micronutriente que interviene en un gran número de procesos enzimáticos, destacando la producción de fitoalexinas y la síntesis de lignina. Participa activamente en el proceso de fotosíntesis, esencial para la respiración de las plantas y coadyuvante de éstas en el metabolismo de carbohidratos y proteínas. También es muy importante para la fertilidad de las espigas y ayuda a intensificar el sabor y el color en las hortalizas y en las flores.

¿Cuáles son los síntomas de deficiencia?

De todos los microelementos, el cobre es el más difícil de diagnosticar debido a la interferencia de otros elementos (P, Fe, Mo, Zn, S, etc.). Los síntomas varían dependiendo de cada cultivo, normalmente comienzan por enrollamiento, de manera que las hojas se tuercen, se hacen quebradizas y caen. También se presenta una leve clorosis (aunque no siempre aparece), primero en las hojas jóvenes y activas, sea en toda la hoja o bien entre las venas de las nuevas.

Dentro de las zonas cloróticas de las hojas pueden formarse pequeños puntos necróticos, particularmente en los bordes de éstas, que pueden ir progresando hasta la pérdida de hojas. A medida que los síntomas avanzan, las hojas nuevas son más pequeñas, pierden su brillo y en algunos casos pueden marchitarse. Los meristemos apicales pueden necrosarse y morir, impidiendo así el desarrollo de ramas laterales. Y las ramas y los tallos son incapaces de permanecer erguidos.

Típicamente, la apariencia de las plantas es compacta y los tallos entre las hojas se acortan; mientras que en las flores, el color suele ser más claro de lo normal. Se presenta un aspecto marchito generalizado.

El exceso de potasio, fósforo y otros micronutrientes puede provocar, indirectamente, deficiencia de cobre. Esta deficiencia también puede ser provocada por un pH alto en el sustrato, pues su disponibilidad será menor para la planta. Además, los suelos calizos bloquean varios micronutrientes, como el cobre. Por ejemplo, las plantaciones de cítricos y frutales, abonadas en exceso con fosfatos, pueden presentar carencias de Cu. La tonalidad verde azulada de las hojas constituye el principal síntoma de su carencia, aunque en los cítricos, se manifiesta por manchas y resquebrajado de la corteza de los frutos.

Otra causa de la deficiencia de cobre son los terrenos muy lavados, básicamente suelos arenosos y pobres en fertilizantes.

Gluconato de cobre

¿Cuáles son las ventajas de aplicar el complejo?

La aplicación del cobre en forma de gluconato permite una liberación gradual de cobre y evita la acumulación de cobre en el suelo y los problemas de reducción de materia orgánica asociados. Su formulación permite una buena eficacia con bajas concentraciones, lo que implica una reducción en residuos y posibilita la aplicación tanto foliar como radicular.

Además, destaca su fácil absorción por vía radicular y estomática, así como su fácil asimilación, y su rápida translocación a todos los órganos de la planta, por lo que podemos decir que actúa de forma sistémica, tanto ascendente como descendente.

¿Cuáles son las diferencias entre el cobre complejado y quelatado?

Aunque la aplicación de cobre en forma de quelato tenga una gran efectividad, sus altos costes hacen que no siempre sean adecuados para la fertilización con este micronutriente.

Por otra parte, como los complejos poseen una menor estabilidad en el suelo que los quelatos, su uso principal es como soluciones para aplicación foliar. De este modo, su efectividad no depende sólo de la capacidad complejante, sino que depende también de otros factores, como su capacidad de penetración a través de las hojas.

¿Es utilizable en agricultura ecológica?

El cobre complejado con ácido glucónico no podría ser certificado como ecológico. No obstante, sí que lo sería si el agente complejante fuese el ácido heptaglucónico, ya que éste sí se encuentra aceptado como complejante para los micronutrientes según el Reglamento (CE) 2003/2003.

¿Cuál es su situación a nivel normativo?

Gluconato de cobreEn este punto, cabría separar su situación a nivel europeo y español.
En el caso de Europa, el ácido glucónico no se encuentra considerado en el Reglamento (CE) 2003/2003 del Parlamento Europeo y del Consejo de 13 de octubre de 2003 relativo a abonos ni en sus posteriores modificaciones. Sin embargo, el ácido heptaglucónico ha sido recientemente incorporado a través del Reglamento (UE) 2016/1618 de la comisión de 8 de septiembre de 2016 por el que se modifican los anexos I y IV del reglamento citado anteriormente.

Según este cambio: “El ácido heptaglucónico (en lo sucesivo, «HGA») es un agente orgánico complejante para los abonos que contienen micronutrientes. El HGA es eficaz, biodegradable, muestra una buena estabilidad en un rango amplio de valores de pH y una alta solubilidad en el agua. El HGA lleva autorizado desde hace muchos años en España sin que se hayan notificado daños para el medio ambiente ni para la salud humana”.

En el caso de España, tanto el ácido glucónico como el heptaglucónico vienen incluidos en el Real Decreto 506/2013 de 28 de junio sobre productos fertilizantes como agentes complejantes autorizados para todos los micronutrientes, siendo ambos indicados para aplicación foliar y/o fertirrigación.

Sin embargo, estamos a la espera de que se publique la nueva legislación europea en materia de fertilizantes, bioestimulantes de las plantas y aditivos, previsiblemente en 2018. Actualmente sólo se dispone de borradores y no se sabe a ciencia cierta cómo va a quedar al final. Con este Reglamento UE se va a conseguir una armonización a nivel europeo y se derogará el Reglamento 2003/2003 de Abonos CE, pero aún no está definido qué ocurrirá con la legislación nacional de cada país, por ejemplo, con nuestro Real Decreto 506/2013. Así, se está con la incógnita de qué va a pasar de cara al futuro en temas normativos y regulatorios en materia de fertilización.

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