¿Qué es el abono orgánico?
Se define como abono orgánico a sustancias de origen animal o vegetal, que contiene uno o más elementos nutrientes. Normalmente son de lenta asimilación por la planta y participan igualmente en el mantenimiento de la actividad microbiana del suelo.
Los abonos orgánicos permiten aprovechar residuos orgánicos, recuperan la materia orgánica del suelo, actuar en la fijación de carbono en el suelo, mejorar la capacidad de absorber agua… y suelen necesitar menos energía para su elaboración en distancias cortas. Sin embargo, hay algunos abonos orgánicos pueden necesitar un transporte energéticamente costoso, como guano de murciélago de Tailandia o el de aves marinas de islas sudamericanas.
Existe un amplio grupo de abonos orgánicos. Unos como el estiércol de efecto lento, otros como las orinas de efecto rápido y por supuesto combinando los dos efectos.
Un ejemplo de los diferentes abonos orgánicos son los excrementos sólidos de animales (Guano de aves y murciélagos, estiércol, gallinaza), líquidos (purines), compost (descomposición de materia vegetal o basura orgánica), humus de lombriz, cenizas (de madera, huesos de frutas, etc.), resaca (sedimento de ríos), lodos de depuradora, abono verde (generalmente de leguminosas), etc.