Entrevista a 360º: Fertilización sostenible contra el cambio climático

Europa se ha marcado la eficiencia de los recursos como objetivo prioritario, dentro de ‘Europa 2020: la estrategia europea para el crecimiento‘. Con ello pretende reducir el impacto ambiental, contribuir al desarrollo sostenible del entorno e implementar la economía circular, que se fundamenta en cerrar el ciclo de vida. En juego tenemos el agotamiento de los recursos naturales y el cambio climático, una amenaza emergente para la salud pública –según la Organización Mundial de la Salud– y el futuro del planeta.

El sector agrario es uno de los más concienciados con la economía circular, pues es el primer interesado en sacar el máximo provecho del producto sin agotar el medio de subsistencia. Necesitamos políticas enfocadas a la protección del medio ambiente y la agricultura sostenible se postula como una de las mejores opciones. Requerimos un sector público y privado comprometido, si queremos producir recursos suficientes como para alimentar a las casi 10.000 millones de personas -según cifras de la 2016 World Population Data Sheet- que habitarán el mundo en el año 2050.

Aprovechando la reciente publicación de la propuesta del nuevo Reglamento de Fertilizantes CE, ofrecemos una visión a 360º del papel de los fertilizantes en la agricultura sostenible. Para ello, hemos entrevistado a 6 expertos en la materia: Jaume Porta (presidente de la Sociedad Española de la Ciencia del Suelo – SECS), Carlos Palomar (presidente de la Plataforma Tecnológica de Agricultura Sostenible – PTAS), la Asociación Nacional de Fabricantes de Fertilizantes (ANFFE), Victoria Cadahía Bielza (directora técnica de la Asociación Española de Fabricantes de Agronutrientes – AEFA), José Olmo (director de la división eQgest en CIMKEY) y José Luis Virosta (SINERGIS), que nutren el terreno de conocimiento científico, sectorial, técnico y legislativo a través de sus respuestas.

Empezamos la entrevista coral con Jaume Porta, de la SECS, hablando del suelo y el cambio climático:

¿Qué es el suelo?

Podríamos decir que el suelo es un gran desconocido, a pesar de las funciones y servicios ecosistémicos que realiza para la humanidad, la biodiversidad y el medioambiente en general. Los suelos constituyen una capa delgada, frágil, que se encuentra recubriendo una gran parte de la superficie terrestre, excepto allí donde los procesos de degradación (erosión, sellado permanente u otros) lo han hecho desaparecer. El suelo se diferencia de una roca en que constituye un medio de vida para las plantas, animales subterráneos y millones de microorganismos que descomponen la materia orgánica, producen antibióticos, etc. Ello es así porque el suelo es un espacio poroso que puede almacenar el agua que suministra a las raíces de las plantas, al igual que el oxígeno y los nutrientes minerales, así como el anclaje.

La materia orgánica existente en los horizontes (capas) superiores del suelo desempeña un importante papel en todo ello. Pero no todos los suelos son iguales, ni realizan las mismas funciones y servicios, por lo que interesa conocer la distribución de los distintos tipos de suelos en el territorio, cosa que todavía no es así en España. Falta mucho para llegar a tener esta información en bases de datos interoperables y, a partir de esta información, ordenar y asignar usos al territorio para adecuar la gestión a cada tipo de suelo y establecer políticas de protección de los suelos de mejor calidad para la seguridad alimentaria y nutricional.

¿Cuál es la principal amenaza para los suelos?

La principal amenaza para los suelos es la ignorancia: desconocer su naturaleza, la distribución de los distintos tipos de suelos en el paisaje, el comportamiento y respuesta de los distintos tipos de suelos. Creer que los suelos son todos iguales y que pueden ser sustituidos unos por otros sí se degradan. La formación de un suelo requiere miles de años.

La Comisión Europea el año 2004 publicó en seis volúmenes los informes de los Grupos Técnicos sobre la Estrategia Temática para la Protección del Suelo. En ellos se estudian los diferentes procesos de degradación: erosión hídrica y eólica, materia orgánica y biodiversidad, contaminación y gestión del territorio, sellado permanente por construcciones sobre suelos de calidad. En España, tambien es importante el monitoreo de las áreas regadas, para prevenir el riesgo de salinización derivada de una inadecuada gestión del agua de riego y el drenaje.

¿Qué relación hay entre el suelo y el cambio climático?

Los suelos contienen materia orgánica en una forma relativamente estable, en forma de humus (compuestos orgánicos complejos que presentan una gran estabilidad). Por ello el suelo es un sumidero de carbono, inmoviliza por cierto tiempo anhídrido carbónico (CO2), a pesar de que en el Protocolo de Kioto no se quiso reconocer este comportamiento de los suelos. Recientemente, el Ministerio de Agricultura de Francia ha lanzado la «Iniciativa 4 por mil: Suelos para la seguridad alimentaria y el clima«, que fue presentada en la Cumbre de Paris en 2015 y que es de adhesión voluntaria. Al haberse adherido España, las acciones para lograrlo han pasado a ser obligatorias para España. Esta iniciativa reconoce que la agricultura, el suelo, puede desempeñar un papel importante en la mitigación de cambio climático, al retirar CO2 de la atmósfera y almacenarlo en los suelos agrícolas, en los suelos de prado y de pastos y en los suelos forestales. Ello contribuirá a mejorar la calidad de los suelos (fertilidad) y, al mismo tiempo, contribuirá al objetivo a largo plazo de limitar el incremento de la temperatura media global por debajo de 1,5 – 2ºC, tal como plantea el Grupo Intergubernamental del Cambio Climático de la ONU.

Carlos Palomar, de PTAS, nos ayuda a entender la importancia de fertilizar los suelos en la agricultura sostenible:

¿Es necesario fertilizar los suelos?

Por supuesto. Los suelos deben fertilizarse para mantener el contenido adecuado de elementos minerales que los cultivos necesitan para su correcto desarrollo a través de su absorción en el momento preciso y en las cantidades necesarias. Los suelos fertilizados garantizan una mayor producción de alimentos, abaratan el precio de los productos agrícolas y mejoran la vida del agricultor y su entorno. Además, generan una cubierta vegetal que ayuda a prevenir la erosión y degradación del suelo, evitando la deforestación. Medioambientalmente, contribuyen a reducir el cambio climático y facilitan una mayor producción de materias primas para la obtención de energías alternativas.

Fertilización sostenible contra el cambio climático

Jaume Porta añade que “si los suelos se empobrecen, la eficiencia del trabajo disminuye: a igual trabajo, menos cosecha. Por consiguiente, en agricultura se requiere un aporte de nutrientes para mantener el rendimiento de la cosecha y lograr la suficiencia alimentaria y nutricional. Cómo aportar nutrientes al suelo es una cuestión de la «religión» que cada agricultor quiera practicar. Los criterios deben ser los que preconiza la agricultura sostenible, que deben cumplirse SIMULTÁNEAMENTE: (1) producir suficiente para alimentar a la población; (2) producir alimentos de calidad; (3) respetar el medioambiente; (4) proteger la calidad de los suelos y el agua; (5) ser económicamente rentable para los productores; y (6) constituir un modelo de gestión socialmente aceptable.”

Seguimos hablando con Carlos Palomar:

En un planeta en el que 1 de cada 9 personas sufre desnutrición, ¿qué papel tienen los fertilizantes?

Erradicar el hambre en el planeta y garantizar una producción de alimentos suficiente para alimentar a una población mundial en constante crecimiento son retos a los que se enfrenta nuestra sociedad. Para ello resulta imprescindible incrementar la producción agrícola y el papel que la fertilización mineral juega en este sentido es indiscutible.

¿Qué entendemos por agricultura sostenible?

La rentabilidad económica, el respeto por el medio ambiente y la seguridad de agricultores y consumidores son los pilares sobre los que descansa la sostenibilidad de la agricultura. Se trata de un modelo productivo irrenunciable e incuestionable, que satisface las necesidades actuales de los ciudadanos, sin hipotecar las de generaciones futuras. De aquí la necesidad de maximizar la eficiencia productiva, minimizando los recursos utilizados por unidad de alimento producido y garantizando la calidad y la seguridad alimentaria.

¿Fertilizantes y agricultura sostenible son términos antagónicos?

En absoluto. De las respuestas anteriores resulta una conclusión evidente: los fertilizantes son garantía de sostenibilidad del sistema agrícola.

Con ANFFE conocemos los fertilizantes y la evolución del sector:

¿Qué son los fertilizantes y qué tipos encontramos?

Los fertilizantes minerales son productos que proporcionan nutrientes esenciales para las plantas -principalmente nitrógeno, fósforo y potasio– y que se obtienen a partir de materias primas procedentes de la propia naturaleza:

  • El nitrógeno proviene de la atmósfera y constituye aproximadamente el 78% del aire que respiramos, siendo un elemento fundamental de las proteínas. Dicho nutriente, que no se encuentra en forma mineral, es fijado de la atmósfera a través de un proceso similar al que realizan las leguminosas, obteniéndose a partir de él los fertilizantes nitrogenados.
  • El fósforo es un mineral fósil contenido en los suelos y se obtiene de las minas de roca fosfórica. Dicha roca tiene muy baja solubilidad, por lo que se transforma en fertilizantes fosfatados asimilables por las plantas, que presentan una solubilidad muy alta. El fósforo es un elemento que está presente en todos los organismos.
  • El potasio es también un componente esencial en los seres vivos y juega un papel fundamental en el crecimiento de las plantas. Se encuentra en zonas que estuvieron ocupadas por mares en el pasado y se obtiene de las minas de potasa. En el proceso de fabricación de fertilizantes potásicos, las sales presentes en la naturaleza se extraen, muelen y purifican, también con el objetivo de facilitar su asimilación por los cultivos.

La industria de fertilizantes transforma estos nutrientes de forma que pueden ser aprovechados por los cultivos. Tales nutrientes son exactamente los mismos que los contenidos en los abonos orgánicos, pero en formas que pueden ser asimiladas por las plantas, lo que sucedería también de forma natural pero en un periodo mayor de tiempo. El origen de los nutrientes que permitirán a la planta producir alimentos de calidad es absolutamente irrelevante, tomando las plantas los nutrientes siempre en forma inorgánica, independientemente del origen primario de los mismos.

¿Cómo se puede mejorar la eficacia de los fertilizantes?

Aplicando la norma de las 4Rs de la Asociación Internacional de Fabricantes de Fertilizantes (IFA): “el producto Adecuado, en el momento Adecuado, en la cantidad Adecuada y en el lugar Adecuado (aunque en español serían las 4As, decimos 4Rs porque está formulado en inglés: Right Product, Right Time, Right Rate, Right Place)”. Esa norma permite alcanzar unos resultados excelentes en cuanto a aprovechamiento de los nutrientes, alcanzando una máxima eficiencia y una mínima polución.

A la hora de planificar la fertilización de la explotación es necesario calcular correctamente las dosis óptimas de nutrientes que será preciso aplicar para complementar las necesidades del cultivo. Para ello, es necesario analizar los siguientes factores:

  • La necesidad de nutrientes del cultivo que se va a desarrollar, en función del rendimiento esperado de la cosecha.
  • El contenido de nutrientes disponibles en el suelo asimilables por las plantas, analizando las diferentes parcelas de la explotación. El análisis de suelos debe ser realizado, preferiblemente, por un experto en fertilidad.
  • Las características físicas, químicas y biológicas del suelo, y condiciones agroclimáticas de la región.
  • La disponibilidad en la explotación de materias orgánicas susceptibles de aplicación.

Conociendo el contenido de nutrientes del suelo, las necesidades del cultivo y las disponibilidades de materias orgánicas, se debe deducir la cantidad de fertilizantes inorgánicos que será necesario aportar. Para mejorar la eficacia de los fertilizantes, es fundamental que estos cuenten con la mejor calidad química y física, y que hayan sido elaborados a partir de materias primas adecuadas. Además, es esencial consultar a los técnicos sobre el producto más adecuado para las necesidades de nuestra explotación y sobre las recomendaciones de aplicación, momentos, equipos, características edáficas, climatología, etc, respetando las dosis recomendadas. Con una elección adecuada se podrán obtener unos rendimientos óptimos y se evitará aportar nutrientes que el cultivo no necesita.

¿Cuál ha sido la evolución del uso de fertilizantes en España?

En el siguiente cuadro se puede ver la evolución del consumo de fertilizantes minerales en España.

Evolución del consumo de fertilizantes minerales en España.

Se puede decir que el nivel habitual de consumo español de fertilizantes se sitúa en torno a los 5 millones de toneladas de producto. No obstante, esta cifra sufre variaciones cada año dependiendo de diversos factores, tales como la climatología, la superficie cultivada, los tipos de cultivo, los precios de los productos agrícolas y de las materias primas, o las prácticas agrícolas.

Durante la última campaña agrícola 2015/16 (julio 2015 – junio 2016), las ventas de fertilizantes minerales se han situado en 4,76 millones de toneladas de producto.

¿Qué volumen de negocio mueve el sector?

El sector español de fertilizantes facturó en 2015 unos 2.350 millones de euros, con una producción de 5,7 millones de toneladas de producto, incluyendo el ácido nítrico y el amoniaco, productos intermedios para la producción de los fertilizantes.

Hay que tener en cuenta que aunque el consumo español en 2015 se mantenga en los niveles habituales, actualmente los precios internacionales de los fertilizantes están sufriendo una caída, lo que repercute en una bajada de los márgenes para los fabricantes. Además, en los últimos años se está produciendo en España un incremento progresivo del consumo de determinados productos por una cuestión de precio, en detrimento de aquellos que son agronómica y medioambientalmente más idóneos. Estos productos se están importando principalmente del norte de África.

Por su parte, el sector da empleo directo a más de 2.800 personas y genera adicionalmente un número muy importante de puestos indirectos, relacionados con el mantenimiento de las unidades de producción, trasporte, almacenamiento, actividad portuaria, fletes, etc.

Victoria Cadahía, de AEFA, nos pone al día en temas de legislación de fertilizantes:

¿Qué normativa afecta a los fertilizantes?

FERTILIZANTES NACIONALES: Real Decreto 506/2013.

La Subdirección General de Medios de Producción Agrícolas y Oficina Española de Variedades Vegetales del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha preparado un proyecto de modificación del RD 506/2013 sobre productos fertilizantes, donde se incluirán nuevos tipos en el Anexo I, y abriendo el apartado especial de microorganismos en el Grupo 4, cuyos productos requerirán un registro previo a su puesta en el mercado. Este proyecto, que será un real decreto, está en trámite y no se espera su aprobación hasta dentro de un año. La novedad más significativa es la propuesta de inclusión de otros productos bioestimulantes en el Grupo 4, “otros abonos y productos especiales”, abriendo un subgrupo 4.4. denominado productos especiales basados en microorganismos. Además, amplía el grupo de las algas marinas y sus mezclas con otros tipos del anexo I. Los productos fertilizantes incluidos en los grupos 2, 3, 6 (materias orgánicas) y también el 4.4. con microorganismos sólo podrán ser puestos en el mercado si previamente han sido inscritos en el Registro de productos fertilizantes. Se establecen en este proyecto los requisitos específicos de los productos fertilizantes elaborados con microorganismos.

Fertilización sostenible contra el cambio climático

FERTILIZANTES UE: Reglamento 2003/2003 de Abonos CE.

¿Cuáles son las novedades más destacables que aporta el nuevo Borrador del Reglamento de Fertilizantes con Marcado CE?

FERTILIZANTES UE

La DG Grow de la CE presentó en la UE en marzo de este año 2016, el primer borrador del futuro Reglamento UE de Fertilizantes: Propuesta de REGLAMENTO DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO, por el que se establecen disposiciones relativas a la comercialización de los productos fertilizantes con el marcado CE y se modifican los Reglamentos (CE) n.º 1069/2009 y (CE) n.º 1107/2009.

Este futuro Reglamento derogará el actual Reglamento 2003/2003 de Abonos CE, pero permitirá que los fertilizantes ya armonizados permanezcan en el mercado si cumplen los nuevos requisitos de seguridad y calidad, con un plazo transitorio para su adaptación. Se destaca que será una armonización opcional en el futuro, pues se va a mantener la coexistencia de las normativas nacionales de los EM y el nuevo Reglamento de Fertilizantes UE, que abarcará todas las categorías de fertilizantes orgánicos e inorgánicos, enmiendas, sustratos, aditivos, bioestimulantes, microorganismos y otros productos de innovación.

El objetivo principal de este futuro Reglamento es eliminar las barreras comerciales entre los estados miembros y permitir el intercambio y el uso de fertilizantes armonizados, sin obstáculos técnicos para el libre comercio. Asimismo, se considera una de las propuestas legislativas clave del plan de acción para la economía circular, para incentivar en la UE la producción de fertilizantes a partir de materias primas orgánicas o secundarias no importadas. Dentro del marco de la economía circular, se contempla en este proyecto, la valorización de materias primas secundarias, biorresiduos, subproductos y digeridos producidos en la UE, para su utilización como fertilizantes, y favorecer el autoabastecimiento europeo en el escenario de una agricultura sostenible. Además, favorecer la investigación y la innovación de nuevos insumos, también para los retos ligados al cambio climático, es fundamental para los cultivos y regiones que más sufren la sequía, las heladas o la salinización. Se prevé que el futuro Reglamento se apruebe en 2018.

¿Qué implica para la industria de fertilizantes? ¿Estamos hablando de más barreras o de mayor protección?

AEFA ha participado activamente todos estos años -y lo seguimos haciendo- en el grupo de trabajo europeo Fertiliser Working Group de la CE, en la preparación de esta normativa. En el trámite de audiencia, AEFA presentó en abril un documento de alegaciones y propuestas sobre este proyecto de Reglamento.

Consideramos que es un proyecto positivo para el sector, aunque va a significar mayores costes para la industria, tanto por la adaptación a los nuevos requisitos –con más documentación administrativa, de trazabilidad y de control– como por las evaluaciones de conformidad de los nuevos productos que realizarán los organismos notificadores.

Aspectos positivos:

  • legir el marcado CE será voluntario para los fabricantes.
  • Es un Reglamento abierto que permitirá añadir nuevos tipos y categorías, a los que ahora se recogen en el texto inicial. Lo cual favorecerá la investigación y la innovación.
  • El proyecto de Reglamento UE busca armonizar todos los fertilizantes en Europa y favorecer el libre mercado.
  • Mayor protección en todos los aspectos: seguridad y calidad, medioambiental, para los agricultores, consumidores y también para la industria europea.

Fertilización sostenible contra el cambio climático

José Olmo, de eQgest – CIMKEY, nos habla como experto en desarrollo de software de gestión, clasificado y etiquetado de productos químicos:

¿De qué herramientas dispone la industria para adaptarse a los cambios y requisitos normativos?

La normativa en materia de seguridad de productos químicos se adapta a los avances técnicos que nos permiten disponer de mayor información respecto a los riesgos de los mismos para la salud de las personas y el medio ambiente. Lógicamente, el conocimiento de posibles efectos adversos en el uso de ciertas sustancias repercute en la industria en forma de limitación en el uso de las mismas. En el sector de fertilizantes, estas limitaciones provienen especialmente de los riesgos que su uso tienen sobre el suelo.

Las empresas se enfrentan a dos retos:
1º.- Mantenerse actualizados sobre los cambios normativos y ser capaces de repercutirlos a toda la documentación que está afectada por los mismos (Fichas de Datos de Seguridad, etiquetado, etc…). Desde luego, hoy es imprescindible contar con soluciones como eQgest Fertilizantes para mantenerse siempre al día en estas materias.

2º.- Adaptar sus productos a las nuevas exigencias, reemplazando sustancias no permitidas o reduciendo la concentración de las mismas a los límites permitidos. Esto supone un gran esfuerzo de inversión, ya que requiere realizar estudios y ensayos -en ocasiones de alto coste- que pueden afectar seriamente a la competitividad de las empresas.

Terminamos la entrevista con José Luis Virosta, consultor especializado en organización y gestión en el sector agroquímico para Sinergis y asesor en el desarrollo de eQgest, hablando de qué supone la legislación para las empresas:

¿Cómo afectan los cambios en las normativas al sector privado y cuál es la responsabilidad de éste en la protección del medio ambiente?

Somos conscientes de la dificultad que tienen las empresas para adaptarse a los importantes cambios que se van produciendo. En este sentido, colaboramos intensamente con las asociaciones de la industria de fertilizantes en España y Europa, así como con la Administración -tanto estatal como autonómica- con el objetivo de anticiparnos y poder crear productos informáticos a la medida de las necesidades de las empresas del sector. Este tipo de soluciones deben facilitar el cumplimiento normativo y con ello colaborar a la protección del medio ambiente y la seguridad de las personas.

Un aspecto muy importante en el que inciden la mayoría de las empresas del sector es que el cumplimiento de los nuevos requisitos legislativos no puede provocar un aumento de los costes de fabricación de los productos. Es por ello, que este tipo de soluciones informáticas deben integrarse en los procesos de las empresas de una forma fácil, cómoda y sobre todo económica, sin obligar a acometer grandes inversiones que quedan obsoletas en poco tiempo.

No puedo olvidarme de la importancia que en los años venideros tendrá la gestión del conocimiento en los procesos de las empresas y que necesitarán de fuentes solventes que le aporten la información necesaria y en el momento en que se necesita.

Por Alba Irigoyen Gómez
Periodista científica

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