¿Qué es la cianamida cálcica?
La piedra caliza, el carbón y el nitrógeno (aislado del aire) son las materias primas naturales necesarias para producir la cianamida de calcio o cianamida cálcica.
Para su utilización como fertilizante, la cianamida cálcica es triturada y posteriormente se le añade una solución de nitrato de calcio para procesarla como abono granulado y adaptarse a todo tipo de aplicación y técnica como abono comercial.
La denominación comercial como cianamida cálcica es un fertilizante autorizado por la Unión Europea como abono CE.
Su contenido en nitrógeno está presente en una forma química que no se encuentra en ningún otro fertilizante. Este nutriente se libera de manera gradual aportando a los cultivos una nutrición duradera y acorde a sus necesidades.
Además, el contenido de cal mejora la estructura del suelo y al mismo tiempo aporta calcio en forma asimilable, un importante elemento para el desarrollo adecuado de la planta.
Durante su descomposición en el suelo los primeros días después de su aplicación, la cianamida cálcica favorece el aumento de la actividad biológica en el suelo y se crean las condiciones para que algunos patógenos vean dificultado su desarrollo en el suelo.
Uso de nitrógeno atmosférico.
Tras su descubrimiento hace más de 100 años, la cianamida cálcica fue el primer fertilizante que hizo posible la utilización del nitrógeno del aire para la nutrición de las plantas. Desde entonces, este abono multifuncional ha desempeñado un papel muy importante en la agricultura.
En 1895, los químicos Adolph Frank y Nikodem Caro consiguieron combinar el nitrógeno atmosférico con carburos de metales alcaliontérreos.
El gas nitrógeno que se obtiene mediante fraccionamiento del aire, reacciona con carburo de calcio a temperaturas por encima de los 1.100ºC para dar cianamida cálcica. Este ha sido el primer fertilizante mineral en hacer que el nitrógeno del aire quede disponible para la nutrición de las plantas.
En sus comienzos se utilizaba únicamente como fertilizante para aportar nitrógeno y cal, pero pronto fueron reconocidos sus efectos adicionales y positivos sobre la sanidad del suelo y de las plantas.
Puesto que se descompone en el suelo en varios pasos de forma gradual, prácticamente no existen riesgos de que se produzca una lixiviación de nitratos o de que se generen emisiones de óxidos de nitrógeno. Esta es una ventaja muy importante, desde el punto de vista medioambiental dentro del código de buenas prácticas agrícolas exigido en el uso de fertilizantes nitrogenados sobre todo en áreas vulnerables.