El biocontrol en agricultura está en plena actualidad y enmarcado dentro de una agricultura sostenible. Este contiene múltiples áreas de acción, siendo un recurso ecosistémico clave para reducir poblaciones de las plagas y enfermedades, suprimirlas o mitigar sus daños.
En agronomía, se define como biocontrol al método de control de plagas y enfermedades basado en interferir su ciclo biológico mediante el uso de sus predadores, otros organismos o productos derivados de los mismos. Estos incluyen macroorganismos, microorganismos y otras moléculas que están presentes en la naturaleza. Con ellos, los agricultores encuentran en el biocontrol una alternativa o complemento para proteger sus cultivos.
En inglés, biocontrol equivale a biological control (control biológico) y tiene como sinónimo la expresión de lucha biológica.
Uno de los motivos principales de la implantación del biocontrol, está siendo la reducción de los plaguicidas químicos de síntesis. Rechazo por parte de la sociedad por sus efectos negativos en las aguas, suelos y alimentos.
Como hemos avanzado, los productos de biocontrol están englobados dentro de una categoría más amplia, conocida como productos biológicos.
Estos productos, como gama de soluciones fitosanitarias, son cultivados, producidos o formulados, derivados de la naturaleza o bien inspiradas en ella.
Son desarrollados por la ciencia, para que los agricultores puedan cultivar y obtener producciones de forma sostenible, dando respuestas eficaces a las demandas de los consumidores actuales, en un contexto de alimentos más respetuosos con el entorno.
Además de los depredadores naturales de una determinada plaga, también se consideran productos de biocontrol:
Entre los diferentes tipos de biocontrol se encuentran:
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