La acidificación del suelo es un proceso dinámico en el cual intervienen factores tanto naturales como por ejemplo los edáficos, climáticos y biológicos, como los antropogénicos, aquellos derivados de la actividad humana.
Esta consiste en una disminución del pH del suelo como consecuencia de la acumulación sucesiva de iones de hidrógeno y de aluminio en el suelo, y la pérdida de cationes básicos tales como calcio, magnesio o sodio entre otros.
Hablando en términos más científicos, se podría definir como la tendencia del complejo arcillo húmico a cargarse de cantidades más importantes de iones de hidrógeno con una reducción progresiva de los cationes minerales.
Es relevante decir que existen suelos ácidos por naturaleza y seres vivos capaces de sobrevivir en ellos, pero, por lo general, cuando un suelo presenta un pH bajo, se van a producir problemas de desarrollo en el crecimiento de las plantas y otros organismos microbiológicos.
En la línea de lo avanzado, a continuación, exponemos algunas de las causas que intervienen en la acidificación de un suelo:
Factores naturales:
Factores antropogénicos: