Cultivar alimentos seguros para la salud humana y medioambiental será imprescindible para poder optar a las ayudas de la política agraria europea. De la nueva normativa, de los últimos avances tecnológicos y del control de plagas se ha hablado en profundidad en el 16 Symposium de Sanidad Vegetal celebrado los días 30, 31 de marzo y 1 de abril en Sevilla.
Sin embargo, en este foro también han tenido un destacado protagonismo los bioestimulantes agrícolas, contando con una sala multisectorial centrada en esta especialidad. En ella se han impartido dos conferencias: “El pacto verde, una oportunidad para los bioestimulantes” y “Perspectivas para los bioestimulantes en Europa”, impartidas por Camino García Martínez de Morentín (Directora de relaciones Institucionales y comunicación de AEFA) y Sara García Figuera, por parte de EBIC (European Biostimulants Industry Council), con Victorino Martínez Puras del Comité organizador del Symposium en calidad de moderador.
El pacto verde, una oportunidad para los bioestimulantes
Camino García Martínez de Morentín (Directora de relaciones Institucionales y comunicación de AEFA) ha iniciado la sesión con la conferencia “El pacto verde, una oportunidad para los bioestimulantes”.
Durante su intervención, Camino García ha destacado que para cumplir los requerimientos que establece la CE en la estrategia de la Granja a la Mesa del Pacto Verde Europeo, es necesario buscar alternativas eficaces que permitan un incremento en la eficiencia de las producciones, pero que sean respetuosas con el Medio Ambiente.
Es aquí, donde los nuevos formulados como bioestimulantes agrícolas reúnen estas características y que a partir de julio de 2022 podrán comercializarse de una manera segura en todo el territorio europeo bajo el nuevo Reglamento UE 2019/1009.
De la conferencia, los asistentes han podido sacar una serie de conclusiones, como por ejemplo que:
Nuevos productos fruto del I+D+i. Para alcanzar los objetivos marcados por las políticas de la UE relativos a la nutrición vegetal (disminución de un 20% en el uso de fertilizantes, de un 50% los fitosanitarios de origen químico y alcanzar el 25% de superficie agraria destinada a la agricultura ecológica), será necesario la utilización de productos novedosos fruto de la investigación y desarrollo de las empresas, combinados con una fertilización más racional y de precisión.
Son y serán productos bioestimulantes provenientes de una agricultura cada vez más tecnológica que faciliten un mayor aprovechamiento de los recursos y mejoren las características de calidad de la planta.
Complementar para ganar en eficacia y racionalidad. El objetivo de los bioestimulantes no es, ni competir con los fitosanitarios ni sustituir a los productos fertilizantes, sino complementar a estos últimos para conseguir una nutrición más eficiente y racional, además de obtener un mayor aprovechamiento de los recursos.
Una legislación adaptada a los nuevos tiempos. Disponer de un marco regulatorio adaptado a las necesidades del sector es vital.
Es imprescindible una legislación que incluya todas las tipologías de productos bioestimulantes, que proporcione seguridad al sector y tenga la capacidad de adaptarse a la velocidad de desarrollo e innovación de las empresas fabricantes de estos productos.
Fertilización realista y con base científica. Los objetivos específicos de reducción de la fertilización deberían plantearse de manera realista, con el apoyo de una importante base científica y mediante el desarrollo de tecnologías que permitan una fertilización más precisa.
Por último, Camino García destacó que los objetivos del Pacto Verde de alcanzar un modo de vida europeo sostenible, coinciden con la filosofía de AEFA y como no puede ser de otra manera, la de sus empresas asociadas. Estas llevan muchos años invirtiendo en la búsqueda de soluciones eficaces y de bajo impacto ambiental que proporcionen al agricultor mejoras en la calidad y rendimiento de sus cosechas.
Perspectivas para los bioestimulantes en Europa
En cuanto a la segunda conferencia, a cargo de Sara García Figuera de EBIC (European Biostimulants Industry Council) tuvo como tema central la “Perspectivas para los bioestimulantes en Europa”.
Durante su ponencia, Sara García realizó una revisión de la nueva normativa europea relativa a bioestimulantes, el Reglamento UE 2019/1009 y su entrada en aplicación. De ella se desprende que la aplicación del Reglamento va a marcar un antes y un después en la industria de los bioestimulantes a nivel europeo, ya que va a abrir la puerta a nuevas oportunidades de crecimiento.
También destacó que la falta de organismos notificados acreditados, es un problema importante a la hora de poder efectuarse las evaluaciones de conformidad de los productos a partir de julio de 2022, aparte de otras indefiniciones que quedan pendiente resolver y preocupan a la industria.
Precisamente, uno de los principales objetivos de EBIC es lograr que todos los bioestimulantes queden incluidos en el Reglamento de productos fertilizantes. En la actualidad, este objetivo se centra en incluir tres tipos de productos ampliamente utilizados y que aún no están adecuadamente implementados en el texto del Reglamento: los bioestimulantes microbianos, los productos a base de fosfito y los bioestimulantes a base de subproductos animales.
Sara García destacó la colaboración de EBIC con el Grupo de Expertos en fertilizantes de la CE, las autoridades nacionales, las principales asociaciones del sector a nivel europeo y nacional, y por supuesto sus empresas miembros, para contribuir al desarrollo de las tecnologías bioestimulantes y a su posicionamiento como una herramienta fundamental, que contribuya a la sanidad vegetal en su sentido más amplio, a la fertilidad del suelo y a un óptimo estado nutricional de los cultivos.