Tecnología para aprovechar todo el potencial de los suelos agrícolas, es el eje vertebral del III Congreso Gestión Sostenible del Suelo. Una Jornada celebrada el miércoles 2 de octubre en INEA – Escuela Universitaria de Ingeniera Agrícola de Valladolid (España), impulsada por AEFA y Jornadas Interempresas.
Siguiendo en la senda de reunir a expertos de empresas, organismos públicos y asociaciones del sector, en esta tercera edición se han abordado especialidades relacionadas con la fertilización, el estudio del suelo, las herramientas digitales, la reducción del laboreo, el desarrollo de nuevos productos bioestimulantes y la normativa vigente en torno a su cuidado y protección. Todas ellas teniendo como principio la sostenibilidad y los cambios a implementar en la gestión del suelo.
Normativas para cambios de la gestión del suelo agrícola.
La Jornada comenzó con dos temas clave: la normativa sobre zonas vulnerables a la contaminación por nitratos y el cambio de paradigma en el manejo agronómico del suelo.
Por un lado, la normativa que regula las zonas afectadas por la contaminación de nitratos avanza en Castilla y León. La propuesta actual contempla la ampliación a 466 municipios y 18.899 km², un aumento significativo frente al Decreto 5/2020. En este contexto, José Guirao, Jefe del Servicio de Evaluación Ambiental, destacó que más del 50% del nitrógeno en aguas superficiales proviene de la agricultura, lo que hace crucial un uso racional de los fertilizantes. Además, señaló que el exceso en la fertilización supone no solo un problema ambiental, sino también un gasto innecesario para los agricultores.
Por otro lado, Carlos Molina, asesor de AGRACON, subrayó la importancia de las prácticas de Agricultura de Conservación para mejorar la calidad del suelo. Sin embargo, hizo hincapié en la necesidad de replantear el manejo agrícola, recordando que el laboreo y la mecanización han sido vitales, pero ahora el reto es la erosión y la pérdida de materia orgánica. Según Molina, sistemas como la siembra directa son esenciales para garantizar la rentabilidad y sostenibilidad, un método en crecimiento, especialmente en Aragón, donde ya supera las 300.000 hectáreas. Se espera que en pocos años más del 50% de las explotaciones aragonesas adopten este sistema como respuesta a las presiones económicas.
Insumos y tecnología al servicio del suelo.
Sobre insumos y tecnología, se destacó, mediante ponencias de expertos de empresas fabricantes de insumos, el papel innovador de los biofertilizantes y bioestimulantes en la agricultura moderna. Estos productos permiten a las plantas enfrentar condiciones adversas, mejorando su adaptación al estrés abiótico y optimizando la calidad de las cosechas. Se perfilan como piezas clave para la sostenibilidad en el manejo de suelos.
Francisco Valentín, de Econatur, presentó su biofertilizante fabricado que reduce el uso de fertilizantes tradicionales y regenera suelos agrícolas desgastados, mejorando su equilibrio microbiano. Una alternativa ecológica a la desinfección química y que está certificado para agricultura ecológica.
Por otro lado, Patricia Rivera, de MIRAT Fertilizantes, enfatizó la importancia de la investigación en microbiota del suelo para el desarrollo de biofertilizantes eficaces. Explicó que, aunque solo el 10% de los microorganismos del suelo son cultivables en laboratorio, el conocimiento de estas interacciones es crucial para encontrar soluciones adaptadas a las necesidades locales.
Gianluca Valieri, de Tarazona Agrosolutions, presentó su bioestimulante obtenido mediante un proceso físico de micronización, lo que permite una mayor concentración de extractos húmicos. Valieri destacó los ensayos que demostraron que el producto puede reducir el uso de agua y aumentar la producción, al mismo tiempo que se reduce un 20% el uso de fertilizantes en cultivos como la cebada cervecera.
Finalmente, Juan Manuel López, de Probelte, explicó cómo la tecnología microbiana de la compañía, basada en las cepas Azospirillum brasilense y Pantoea dispersa, mejora la fertilidad del suelo y optimiza la nutrición de las plantas. Según López, la eficacia de sus productos se mide en función de la rentabilidad tanto en el suelo, con una mejora de su estructura y actividad microbiana, como en el cultivo, con un incremento en la producción y calidad.
La innovación en la gestión de los recursos.
En el bloque final de la Jornada, se abordó el papel de la agricultura digital y la innovación tecnológica en la fertilización de cultivos. David A. Nafría, del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACyL), destacó que en un año será obligatorio un plan de abonado, y para 2026, los agricultores deberán contar con un asesor en fertilización o utilizar herramientas digitales, como la plataforma Sativum. Esta herramienta ofrece recomendaciones de abonado personalizadas según el tipo de suelo y cultivo, facilitando un uso eficiente de nutrientes.
Biome Makers, una empresa pionera en el estudio del suelo, presentó su tecnología BeCrop®, que emplea inteligencia artificial para ofrecer recomendaciones agronómicas personalizadas, mejorando la gestión del suelo sin sugerir marcas específicas de productos. Mariano Rodríguez, de Biome Makers, subrayó que los mapas de alta definición que utilizan permiten a los agricultores aplicar prácticas específicas donde más se necesitan.
Javier Antón, de Yara Iberian, destacó la importancia de una gestión equilibrada de los nutrientes y el enfoque de su compañía hacia la Agricultura Regenerativa. Este sistema busca prácticas sostenibles que mejoren el clima, la biodiversidad y la eficiencia de los recursos. Además, mencionó la colaboración de Yara con el ITACyL en su centro de conocimiento, así como los ensayos con productos innovadores como fertilizantes que optimizan la fertilización en cultivos de cereal.
Por último, Camino García, directora general de AEFA, cerró el Congreso resaltando que la sostenibilidad es fundamental en el sector agrario. También destacó la inversión en I+D de las empresas de bioestimulantes y mencionó que los retos legislativos son un desafío clave para el sector, advirtiendo sobre la excesiva burocracia en Europa que podría generar desigualdades con otras zonas productoras a nivel mundial.