Macronutrientes para el crecimiento de las plantas.

Los macronutrientes se necesitan en grandes cantidades, y son grandes cantidades las que tienen que ser aplicadas si el suelo es deficiente en uno o más de ellos.

Los suelos de cultivo pueden ser pobres en nutrientes por propia naturaleza, o pueden llegar a ser deficientes debido a la extracción de los nutrientes por los cultivos a lo largo de los años, o cuando se utilizan variedades de alto rendimiento, las cuales suelen ser más demandantes en nutrientes que las variedades tradicionales.

En contraste a los macronutrientes, los micronutrientes o microelementos son requeridos solamente en cantidades ínfimas para el crecimiento correcto de las plantas y tienen que ser agregados en cantidades muy pequeñas cuando no pueden ser provistos por el suelo.

Dentro del grupo de los macronutrientes, necesarios para el crecimiento de las plantas en grandes cantidades, los nutrientes primarios son nitrógeno, fósforo y potasio.

Además, hay que contar con los llamados nutrientes secundarios, que son magnesio, azufre y calcio. Estos nutrientes, aunque no al mismo nivel, las plantas también los absorben en cantidades considerables.

Nitrógeno (N).

El Nitrógeno (N) es el motor del crecimiento de la planta. Suple del uno al cuatro por ciento del extracto seco de la planta. Es absorbido del suelo bajo forma de nitrato (NO3 -) o de amonio (NH4 +).

En la planta se combina con componentes producidos por el metabolismo de carbohidratos para formar aminoácidos y proteínas.

Siendo el constituyente esencial de las proteínas, está involucrado en todos los procesos principales de desarrollo de las plantas y en la elaboración del rendimiento.

Un buen suministro de nitrógeno para la planta es importante también por la absorción de los otros nutrientes.

Fósforo (P).

El Fósforo (P) suple del 0,1 al 0,4 por ciento del extracto seco de la planta y juega un papel importante en la transferencia de energía. Por eso es esencial para la fotosíntesis y para otros procesos químico-fisiológicos.

Es indispensable para la diferenciación de las células y para el desarrollo de los tejidos, que forman los puntos de crecimiento de la planta.

El fósforo es deficiente en la mayoría de los suelos naturales o agrícolas o dónde la fijación limita su disponibilidad.

Potasio (K).

El Potasio (K) suple del 1 al 4 por ciento del extracto seco de la planta y tiene muchas funciones. Activa más de 60 enzimas (substancias químicas que regulan la vida). Por ello juega un papel vital en la síntesis de carbohidratos y de proteínas.

El K mejora el régimen hídrico de la planta y aumenta su tolerancia a la sequía, heladas y salinidad. Las plantas bien provistas con Potasio (K) muestran una cierta resistencia natural ante enfermedades.

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