Elementos secundarios en la agricultura.
Los elementos menores en fertilización también se les denominan con los nombres de Microelementos u Oligoelementos.
Entre ellos se encuentran elementos como el Boro (B), Hierro (Fe), Cloro (Cl), Cobre (Cu), Cinc (Zn), Manganeso (Mn), Molibdeno (Mo),… todos ellos necesarios para activar ciertas enzimas.
Para la mayoría de los cultivos hortofrutícolas y ornamentales, estos nutrientes menores son requeridos desde pocos gramos a algunos kilos por hectárea. Un exceso de alguno de ellos puede ser realmente perjudicial, especialmente en el caso del boro y molibdeno.
Los microelementos se pueden encontrar bajo diferentes estados en el suelo. Entre ellos:
- Solubilizados en agua. En la solución del agua disponible en el suelo.
- Intercambiables. En iones enlazados por cargas eléctricas en las partículas físicas de los diferentes compuestos de suelo.
- Adsorbidos, quelatados o formando complejos. Gran parte de los microelementos son metales pesados. Estos son capaces de formar complejos con agentes complejantes o quelatantes en juego con la materia orgánica existente en el suelo.
- Minerales primarios. Formando parte de la roca madre.
- Minerales secundarios. En combinación con las arcillas y óxidos metálicos insolubles.
Los solubilizados en agua, en estado intercambiables y los adsorbidos, quelatados o formando complejos, constituyen un grupo en el que los microelementos pueden estar en estado asimilable por las plantas. Estos se encuentran en equilibrio y un cambio en la concentración de uno de ellos puede conllevar una variación en las concentraciones de los otros.