Abonos y fertilizantes son, a priori, palabras sinónimas asociadas a productos destinados a proveer a la planta de los nutrientes que necesita. Sin embargo, existen diferencias notables entre ellos porque mientras la palabra abonos está más asociada a sustancias orgánicas con principios activos naturales, la de fertilizante lo está a fabricados básicamente de origen mineral.
¿Qué es un Fertilizante?
Volviendo a una visión global y como sinónimos, se considera un fertilizante a cualquier material orgánico o inorgánico, natural o sintético, que se adiciona al suelo, sustrato o sobre la planta con la finalidad de suplir determinados elementos esenciales para el crecimiento de las plantas.
Según la Real Academia Española (RAE) en su vigésima segunda edición, lo define como el antiguo participio activo de fertilizar.
Tipos de fertilizantes.
En agricultura, los fertilizantes son uno de los insumos indispensables para que los cultivos tengan un mayor rendimiento, tanto en cantidad como en calidad. Además, con su uso, se consigue mejorar la baja fertilidad de los suelos que han sido sobreexplotados. Juegan un papel tan vital en la agricultura, que hasta goza de su Día Mundial de los Fertilizantes, que se celebra cada 13 de octubre.
Se pueden establecer diferentes clasificaciones, siendo una de ellas la de fertilizantes químicos, biofertilizantes y abonos orgánicos.
El primer grupo, el de los fertilizantes químicos, se incluyen todos lo de origen mineral basado en macro y microelementos, destacando su alta concentración de nutrimentos y fácil almacenamiento, distribución y aplicación.
El de biofertilizantes incorpora a los microorganismos y con ellos, una gran cantidad de funciones, participando de la biodiversidad de un suelo vivo. Y con respecto a los abonos orgánicos (fertilizantes orgánicos), son los compuestos básicamente por materia orgánica transformada (compostada) o descompuesta antes de su aplicación en el suelo. Estos, por ser ricos en materia orgánica, contribuyen a mejorar la estructura del suelo además de mejorar su fertilidad.