¿Qué es el enterrado de abonos?

La técnica de aplicación de los abonos, fertilizantes y enmiendas agrícolas depende del cultivo considerado, del momento y de las condiciones particulares de cada suelo.

Para el caso de los suelos donde se vaya a implantar un cultivo, se recomienda efectuar previamente un análisis de suelo con el fin de determinar el plan de abonado, el fraccionamiento y dosificación de los fertilizantes que convendrá utilizar en cada caso, favoreciendo el proceso de distribución de los abonos y las enmiendas durante el ciclo de cultivo.

Tradicionalmente, en el plan de abonado, se plantea una operación inicial de enterrado de fertilizantes, conocida como fertilización de fondo, que se complementará con una distribución posterior del fertilizante, denominada fertilización en cobertera, que se efectúa en forma mineral o mediante pulverización foliar sobre la parte vegetativa para ser absorbido directamente por las hojas.

En cualquier operación de abonado debe considerarse la solubilidad diferencial de los distintos elementos nutricionales empleados. Por ejemplo, el nitrógeno aportado en un medio húmedo se solubilizará en manera casi inmediata (24 a 72 horas), mientras que el fósforo que es menos soluble necesitará entre 30 y 40 días para ser asimilado por los cultivos, dependiendo de la formulación considerada.

Técnicas de enterrado de fertilizantes.

La técnica de fertilización previa al momento de sembrar o antes del trasplante, conocida como fertilización de fondo, consiste en esparcir al voleo y enterrar a continuación el fertilizante a una profundidad de unos 10 o 15 cm y a poca distancia de la semilla o planta, de tal modo que el cultivo disponga de los nutrientes al explorar su sistema radicular la rizosfera.

Esta operación de esparcimiento se realiza de forma manual al voleo o con aperos convencionales como abonadoras centrífugas o esparcidoras de productos a granel, de gránulos o de pellets.

Otra técnica conocida como enterrado a golpes consiste en localizar el fertilizante a determinada profundidad y localizada durante el momento de la siembra o trasplante mediante una herramienta manual como pala o azada. Igualmente, se puede proceder al chorillo o en bandas, siempre condicionado por el sistema de siembra o trasplante.

Y cuando nos referimos a la agricultura de precisión, hablaremos de enterrado de fertilizantes microgranulados mediante sembradoras de precisión, que implementan en su misma estructura mecánica una tolva con un sistema de aplicación que va enterrando de forma simultánea y paralelamente a la línea de siembra, ampliamente utilizado en cultivos extensivos como maíz, soja y cereales tanto de secano en trigo, cebada, … Como de regadío en el caso del arroz.

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