A finales de febrero tuvo lugar La primera Junta General de AEFA del ejercicio 2011. Estuvo repleta de contenidos generales que aportaron las diferentes comisiones que existen dentro de la asociación.
Uno de los temas tratados fue el de los Fertilizantes.- Los abonos en el mercado español actual están sometidos a un filtro, motivado por la presente situación socioeconómica.
El agricultor necesita soluciones adecuadas a sus necesidades, pero ahora más que nunca, a un costo asumible. Por otro lado el proveedor (fabricante) se ve obligado a proporcionar respuestas a las demandas solicitadas por el cliente, o bien surgidas desde el conocimiento del mercado global y de las necesidades del mismo, tanto a nivel técnico como de mercado.
A la vez, el fabricante de abonos se encuentra forzado a compaginar las necesidades del mercado español con aquellas del mercado global. ¿Pero porqué esto último?
Un fabricante debe optimizar sus recursos. Esto no sólo es inversión en dinero. También es ‘gasto’ en tiempo, en ideas y en proyecto de futuro, lo que lleva a dos formas de actuación: corto y largo plazo.
En España existen dos normativas bajo las cuales se legislan tanto los Abonos CE como los abonos nacionales. Entre ambas y, bajo su amparo regulatorio, se comercializan aquellos productos destinados a la fertilización de los cultivos. La legislación de abonos nacionales admite la incorporación de nuevos tipos de productos fertilizantes que puedan ir surgiendo conforme aparezcan nuevas necesidades y/o conocimientos científicos. Un hito de nuestra legislación. Por otro lado la normativa CE es cerrada, no admitiendo nuevos grupos de productos a priori.
Al mercado español le interesa el concepto de economía de escala. Cuanto más amplio sea su mercado, tanto más eficiente será la unidad de negocio, y cuanto más eficaz mayores ventajas para el sector en general.
Sería deseable, desde este punto de vista, una armonización de criterios para la autorización y registro de los abonos nacionales en el seno de la UE, y poder acoger los agronutrientes bajo el reglamento CE, con el fin de facilitar la exportación al resto de los países de la Unión Europea. Recordemos que este sector es de los pocos que, ante la actual crisis económica, aportó moderado crecimiento en 2010, y que exporta el 35% de su producción, propiciando además la creación de puestos de trabajo cualificados. Todo un referente en los tiempos que corren.
La decisión unánime de las 33 empresas asociadas en AEFA, es de abierta disposición a clarificar el mercado, en especial hacer ver al agricultor la necesidad de trabajar desde una agricultura sostenible, respetando el medio ambiente y aportando máxima calidad en los productos finales de consumo.
Información publicada también en la revista Fhytoma en el mes de abril.