El lignosulfonato en agricultura es un producto utilizado como materia prima para la elaboración de distintos formulados, sostenible y eficiente para la nutrición vegetal.
Este es un compuesto orgánico biodegradable que ha ganado protagonismo en la agricultura por su capacidad para optimizar la absorción de nutrientes en los cultivos. Se trata de un polímero obtenido como subproducto del procesamiento de la madera, específicamente en el proceso de separación de la celulosa y la lignina durante la fabricación de papel. Este subproducto, transformado mediante sulfonación, genera una sustancia soluble en agua con aplicaciones destacadas en la agricultura profesional.
El lignosulfonato como agente complejante, mojante, adherente y humectante.
Entre las principales funciones del lignosulfonato en el sector agrícola está su capacidad para actuar como agente complejante, especialmente para los microelementos esenciales como hierro, zinc, manganeso y cobre. Su estructura química permite unirse a estos elementos metálicos, formando complejos estables y solubles que las plantas pueden absorber de manera más eficiente tanto en aplicaciones foliares como radiculares. Esto es particularmente importante en suelos donde ciertos nutrientes están presentes, pero no son fácilmente disponibles para las plantas debido a su insolubilidad o fijación.
Además de su capacidad como complejante, el lignosulfonato ofrece beneficios físicos que mejoran la eficacia de los fertilizantes. Por ejemplo, actúa como mojante al romper la tensión superficial de las gotas de agua, permitiendo una mejor distribución sobre las hojas o en el suelo. Esto asegura que las aplicaciones cubran una mayor área con menos producto, aumentando la eficiencia.
También funciona como adherente, minimizando el escurrimiento del fertilizante en aplicaciones foliares y asegurando que el producto permanezca en la superficie de las hojas hasta que sea absorbido.
Otro efecto destacado es su capacidad humectante, ya que retienen humedad del ambiente y evita la cristalización de sales sobre las hojas, lo que reduce el riesgo de quemaduras solares provocadas por el efecto lupa de la luz reflejada en dichos cristales.
El impacto positivo de los lignosulfonatos en la agricultura se traduce en una mejora significativa en la eficacia de los fertilizantes, llegando a incrementar su rendimiento en un 80-90 % en comparación con aquellos que no contienen lignosulfonatos. Esto no solo optimiza los recursos, sino que también reduce las pérdidas por lixiviación, beneficiando tanto a los agricultores como al medioambiente.
Contribución de los lignosulfonatos a la sostenibilidad del sector agrícola.
Más allá de sus beneficios prácticos, el uso de lignosulfonatos contribuye a la sostenibilidad del sector agrícola. Al aprovechar un subproducto de la industria maderera, se reduce el impacto ambiental asociado a su disposición. Asimismo, al mejorar la eficiencia en la aplicación de fertilizantes, se promueve una agricultura más responsable, minimizando la necesidad de insumos adicionales y reduciendo la contaminación de suelos y acuíferos.
Aunque actualmente los fertilizantes complejados con lignosulfonatos están más orientados a la agricultura profesional, su potencial en jardinería y otros sectores menores es enorme. Estos productos permiten a los agricultores optimizar sus cultivos, maximizando los rendimientos con prácticas más sostenibles y respetuosas con el medioambiente.