El uso de los drones en la agricultura.

En primer lugar, haremos referencia a la que sin duda es la palabra más popular dentro y fuera del ámbito de los sistemas aéreos no tripulados: el dron. Ésta puede considerarse una adaptación del término inglés drone (literalmente abeja macho o zángano) palabra que se designa en aeronáutica a los vehículos aéreos no tripulados, la mayoría en su origen destinados al uso militar.

Los vehículos aéreos no tripulados por control remoto RPA (siglas derivadas de su denominación en inglés, Remotely Piloted Aircraft), también conocidas en una denominación más amplia, como UAS (Unmanned Aerial System) han alcanzado un gran protagonismo en el ámbito civil y por ello la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) ha publicado la normativa comunitaria sobre UAS que regula cada una de las categorías basándose en el riesgo de las operaciones de vuelo.

La principal potencialidad del uso de los drones en agricultura, es la de facilitar a los agricultores la capacidad de observar su explotación desde el aire, obteniendo así una perspectiva de su cosecha que les permita detectar las incidencias en cada campaña agrícola que van desde problemas de nutrición hasta infestación de plagas, enfermedades y hongos que no se aprecian a ras de suelo.

Dron agrícola como herramienta en agricultura de precisión.

Los drones se han desarrollado en los últimos años como una nueva plataforma versátil para la adquisición de imágenes remotas con multitud de aplicaciones en agricultura de precisión. Están diseñados para sobrevolar los campos de cultivo de forma rápida y recopilar información gracias a sus sensores de teledetección, cámaras térmicas y multiespectrales, así como el software necesario para procesar estos datos para su posterior interpretación agronómica.

Los datos captados por todos estos sensores se almacenan digitalmente en forma de tablas y mapas, a partir de los cuales se genera información que ayuda al agricultor en la toma de decisiones de campo (fertirrigación, pulverización foliar, podas, aclareo, etc.). De esta forma, los profesionales, técnicos y empresas del sector agrícola tienen un instrumento eficaz para el control y el incremento de la productividad de las explotaciones.

Gracias a sus modos de vuelo automático o asistidos por la tecnología de posicionamiento y navegación de alta precisión centimétrica, son capaces de detectar cualquier obstáculo como ramas de árboles o tendidos eléctricos, manteniendo una altura designada previamente sin tomar en cuenta si el terreno es desigual, irregular o sinuoso tanto en cultivos arbóreos como herbáceos.

Dron agrícola con sistema de pulverización.

El uso del dron en agricultura puede suponer un ahorro considerable en costes de aplicación de fertilizantes, bioestimulantes y otros productos de biocontrol si se trabaja bajo el sistema de agricultura de precisión. Así pues, partiendo de la captación de imágenes multiespectrales, los drones pueden recopilar muchos datos del estado nutricional del cultivo a partir de la determinación de la clorofila que guarda relación con el contenido de nitrógeno en las hojas, para posteriormente hacer un uso óptimo de los fertilizantes sólo en las zonas en las que es necesaria su aplicación.

El sistema de pulverización inteligente ajusta automáticamente su pulverización de acuerdo con la velocidad de vuelo para que siempre se aplique una pulverización uniforme. De esta manera, la cantidad de producto se regula de manera precisa aplicando de forma localizada con el mínimo consumo y, por tanto, optimizando los costes.

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